Narra Cristina:
Estaba muy asustada, tenía que mantener mi expediente perfecto de asistencia, ¡No podía llegar tarde el primer día! Mi teléfono comenzó a sonar mientras yo me vestía con una discreta blusa rosa y una falda vaquera, era Lorena...
- ¡¿Dónde narices te metes?! _ dijo preocupada Lorena.
- Lo sé, lo sé ya voy, no hace falta que me esperes _ dije insistente.
- Está bien, pero si te acabas retrasando..., ¡No me lo eches en cara! _ colgó gritando.
Madre mía, pues si que está hecha una fiera, dije mientras agarraba una mochila pequeña que se encontraba debajo de mi cama. Lorena me va a matar, y luego mi madre, y luego mi abuela y luego... ¡No te distraigas Cristina!, me acabó gritando mi conciencia.
Salía por la puerta cinco minutos antes de que comenzase la presentación de las nuevas clases. Cogí la bicicleta de mi madre sin su permiso ya que tenía muchísima prisa. Pedaleé hasta llegar a la gran fachada de marrones ladrillos a la que llamaba preparatoria. Aparqué la bicicleta, sin dejar candado ni nada, y entre por la puerta un minuto antes de que la cerrasen. Sudando y aún corriendo, hice un amago de localizar a Lorena y a Manuel, mis mejores amigos en esta pequeña ciudad, que casi parecía un gran pueblo. En el gran salón de actos en el que tenían lugar las presentaciones de los nuevos alumnos y de las nuevas clases estaba subido en el escenario el director Martínez y es séquito de profesores aguardaba sentado escuchando el discurso del director a sus espaldas. Rápidamente, casi por instinto, cogí un asiento y dejé que la ceremonia tuviese lugar. Justo a mi lado estaban Manuel y Lorena, que escuchaban atentamente el discurso del director.
- Hey chicos _ dije en una pequeña pausa que el director hizo al hablar.
- ¿Qué hay? _ dijo Manuel
- Menos mal que has llegado a tiempo _ me susurro Lorena mientras me abrazaba.
Lorena tenía una larga cabellera castaña, más o menos como la mía, pero yo la lucía más corta, también tenía unos bellos ojos marrones, y llevaba las uñas como Rosalía, su artista favorita. Ella es como el alma de la fiesta en nuestro cerrado grupo de amigos.
En cuanto a Manuel, es el más gracioso sin duda. Él luce una corta cabellera dorada que acompaña con su par de ojos verdes. También, destaca su altura, de un total de 1,86, nada comparado con la mía de 1'69 y la de Lorena, de 1'60. Otro dato sobre él es que siempre sospeché que le gustaba Lorena, y a Lorena le sigue gustando él, pero aunque sabía ambos datos, no dije nada porque prefería que siguiesen siendo amigos para que no hubiesen discusiones, rupturas, y sí, llamadme egoísta, pero es que no tenía la menor intención de hacer de sujeta velas.
El director acabó su discurso, y todo el salón de actos, tanto estudiantes como profesores aplaudieron, no sé si porque les había conmovido lo más mínimo o por si como yo, habían seguido a la multitud, y el discurso les pareció demasiado aburrido.
Nos asignaron las clases, y como todos los años me había tocado con mis fieles amigos. Este año venían muy pocos nuevos, pero por la más mínima casualidad, en mi clase entraron dos. Colt y Frozen, o así se hizo llamar, un nombre un poco raro para estar en el lugar en el que estamos. Finalmente, resultaron ser hermanastros, y el primero, me generó una sensación que no había sentido nunca. Frozen, el que no me generó nada especial, era pelirrojo, y lucía su preciosa cabellera en una media melena, sus ojos eran grises e iba vestido con una camiseta de algún grupo musical que por el momento no lograba identificar
Por otro lado, Colt, lucía una mini melena corta de color negro, tenía unos grandes ojos verdes, equipados con unas largas y gruesas pestañas. Su nariz era perfecta, y tenía unos carnosos labios rojos y húmedos. Su cara parecía perfectamente estructurada, sin defecto alguno, me parecía... curioso. En su blanca piel, reposaban una bellas pecas. Un pequeño piercing adornaba su oreja y le hacía parecer aún más perfecto. Era muy alto y no tenía un gramo de grasa pero unos cuantos de músculo si que tenía. Estaba mirándole a los ojos cuando hizo contacto visual conmigo, frunció un poco el ceño, y con las mejillas ardiendo miré a otro lado avergonzada. Lorena lo notó y me dio un codazo sonriendo, era su manera de comunicarse...
- ¿Qué?, Te gusta lo que ves Cristina _ dijo burlándose de mi.
- Oye, respeta que es el primero que me gusta desde primaria _ dije claramente sonrojada.
- ¿Eh?, ¿Qué pasa? _ dijo Manuel interesado en nuestra conversación, (me bloqueé).
- Nada, cosas de chicas _ dijo Lorena sonriendo maliciosamente mirándome muy directamente (me había salvado la puñetera vida y se lo agradecí asintiendo lentamente).
Acabó el día de colegio, dos horas antes para celebrar el comienzo y lo único que hice durante las clases, a parte de escuchar a los profesores hablar y presentarse, aunque ya conocía a muchos de ellos, cuando podía les prestaba atención, y muy de cuando en cuando asentía cuando me miraban fijamente. Había cogido el asiento delantero, y en el asiento de atrás se encontraba él, Colt, estaba babeando, y no se por qué, yo nunca tendría un flechazo, espera...
¿Lo tendría?
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Nota de autor:
Este es el primer capítulo, espero que lo disfrutéis y os advierto de que pronto van a empezar las sorpresas, los dramas, los romances...
En fin, disfrutad el libro.
¡Gracias por estar ahí! (☆▽☆)
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Perdida en él | Primera Parte ❤
RomanceCristina es una estudiante de 16 años de edad. Está estudiando su penúltimo año en la preparatoria y es muy buena estudiando. Ella es una chica tímida de piel blanquecina con unos bellos ojos azules, que no destacaba mucho en la clase, era la empoll...