Diecisieteavo Recuerdo
Había pasado toda la mañana terminando sus informes y preparándolos para ir ante un juez. Se estiró en su asiento, arrepintiéndose al momento de sentir una punzada en su muslo izquierdo. Llevó su mano dentro del pantalón para palpar la herida y ver si ésta se había abierto de nuevo, pero se vio interrumpido por la puerta de su despacho siendo abierta. Se quedó paralizado en su posición al ver los ojos grises del ruso sorprendido y sonrojado pensando lo peor, al ver al menor con una mano dentro de su pantalón.
— L-lamento interrumpirlo — carraspeó nerviosamente —, vuelvo más tarde.
Iba a cerrar la puerta cuando el menor reaccionó.
— N-no, Volkov — le detuvo con sus mejillas encendidas —, solo estaba revisando mi herida — desvió su vista nervioso —¸ no estaba haciendo nada.
El ruso quería desaparecer en ese momento, maldiciendo internamente en su lengua materna por haber imaginado otras cosas para nada puras. Se sonrojó aún más y carraspeó nuevamente.
— D-de acuerdo.
Se sumergieron en un silencio incómodo, donde ninguno quería hacer contacto visual con el contrario por la vergüenza que ambos sentían.
— ¿Qué le trae por aquí Volkov? — preguntó sobresaltando al ruso.
— Eh... venía a ver cómo iba, pero me perdí en la sede — comentó avergonzado —. Había tocado la puerta en varios despachos, pero no contestaban, ni había nadie, así que dejé de hacerlo, me disculpo por ello.
— N-no se preocupe, no iba a encontrar a nadie de todos modos — rio nerviosamente.
Nuevamente aquel silencio les invadió, el menor ya había sacado la mano de su pantalón, encontrándola limpia, mientras que el ruso seguía al lado de la puerta inmóvil.
— Sobre los informes — comenzó el menor —, ya casi los terminaba.
— Ya veo — murmuró —, ¿Le importa si espero para acompañarlo con el juez? — preguntó sin saber de dónde había sacado el coraje para hacerlo.
— 10-4 — balbuceó.
Ahora sentía la mirada intensa del ruso sobre él mientras terminaba los informes. Después de varios minutos en silencio, con sus mejillas encendidas se levantó de su asiento alertando al ruso.
— Y-ya he terminado — le comentó —. ¿Puedes ir llevando estos al coche? Yo tengo que ir un momento a otro lado.
— 10-4, le espero en el coche.
El ruso tomó los documentos que el menor le estaba pasando, para luego retirarse del lugar, dejando al moreno soltando un suspiro mientras su mirada estaba perdida. Tomó aire profundamente, cogió su muleta y emprendió camino hasta la armería.
Volkov se encontraba recargado en la patrulla fumando tranquilamente esperando al menor. Su mente le recordó el momento de hace tres días en el hospital en donde casi se besaban, provocando que su sangre se dirigiera a sus mejillas, carraspeó incómodo y agitó levemente la cabeza para apartar aquellos pensamientos. Cuando se detuvo, observó al moreno caminar hacia él, perdido en sus pensamientos. Tiró la colilla pisándola con su pie para después abrir la puerta de copiloto, apartándose para que el menor entrara, y luego dirigirse al lado del conductor.
Habían ido directamente ante el juez, el cual los recibió rápidamente, y después de leer los informes aprobó la cadena perpetua para La Cosa Nostra. El ruso se levantó de su lugar dispuesto a retirarse, pero se detuvo al ver que el menor no se movía.
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〖 Don't say it again 〗- VOLKACIO
RomanceVolkov vuelve de las Bahamas con la intención de regresar a trabajar. Horacio, es citado por el Jefe de la LSPD, sin saber que se iba a encontrar con el hombre que tuvo un trágico destino y del cual se sentía culpable. ⚠ Posible escenas +18 ⚠ Romanc...