En las garras de la mafia

Capítulo 22

Zayn feat. Sia – Dusk Till Dawn

Corro por los pasillos del hospital, no me detengo a ver si lastimo a alguien cuando paso corriendo por su lado, no me importa, mi hijo esta aquí y no se la razón.

- Mateo Costello.

La señora ni protestó, creo que mi cara dice todo- Habitación 407, piso 8.

Salí disparada al ascensor, fijo mis vista en el tablero para saber en que piso se encuentra y esta en el piso 6 así que subo por las escaleras corriendo de dos en dos. Menos mal que tengo un buen estado físico porque sino moriría mientras corro hacia arriba por las escaleras.

Habitación 407, abro la puerta y lo primero que veo es a mis padres en el sillón abrazados y a mi pequeño acostado en una camilla, está dormido con su peluche entre sus brazos.

Me acerco a él y le beso la cabeza mientras los abrazo sin despertarlo.

-Elena.- escucho la voz de mi madre.

-¿Que le pasó?

Mi  padre va a hablar pero la puerta se abre y entra un hombre joven, un poco más grande que yo. Su bata blanca me hace saber que es el doctor que atendió a Mateo.

- Buenas noches, ¿Padres de Mateo Costello?- pregunta mientras nos mira.

- Buenas noches, soy  Elena su madre ¿Qué tiene mi hijo?

Él mira su planilla y luego me vuelve a mirar- Soy Jagger Simmons y voy a ser el doctor de Mateo. Por lo que dice la planilla, Mateo entró con un cuadro de vómitos, palidez y cansancio. ¿Es así?

- Así es doctor- dice mi padre.

- Bien, cuando despierte, por la mañana le haremos estudios de sangre y hemograma completo. ¿Podría hablar con usted a solas? - me mira y yo asiento.

Lo seguí afuera de la habitación y nos posicionamos en un lugar apartado.

- Elena,  ¿Su hijo tiene alguna enfermedad?

- De hecho si, tiene deficiencia de la hormona del crecimiento, estamos tratándolo con un doctor especialista en el tema ¿por que?

- Bien, puede que tenga una idea de lo que le pase a Mateo pero no le diré nada todavía Elena, no quiero precipitarme a nada o equivocarme y que eso la asuste. Esperaré a mañana cuando estén los estudios realizados. Buenas noches.

Fruncí mi ceño y asentí- Buenas noches doctor.- Me despedí y regresé a la habitación.

Cerré la puerta detrás mío y me senté a hablar con mis padres.

Me contaron que estaban cenando y mi bebé no tenía mucha hambre, luego se pusieron a jugar. Lo notaron bastante cansado y pálido por lo que decidieron descansar un rato y mirar los dibujitos que a él le gustan, pero de un momento a otro en medio de la película empezó a vomitar encima del sillón y casi se desmaya. Ahí fue cuando llamaron a Gael y lo trajeron al hospital.

Mis padres se fueron y yo me quedé sola con Mateo mientras él sigue durmiendo.
Limpio una lágrima que se escapa al pensar que algo malo le pasa a mi hijo y yo no estoy lo suficientemente atenta para darme cuenta de que está mal.

Mientras acaricio su cabello rubio ya largo, me pongo a pensar en lo que Gael me preguntó. ¿Cómo le diré a Enzo que estos años en los que estuve desaparecida era porque estaba embarazada?

No solo es porque estuve embarazada sino que de él.

Y le prohibiste verlo crecer, que no se te olvide.- dice la voz dentro de mi cabeza.