Alicia en el mundo de las pesadillas

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Soy Alicia, y no, no vivo en el país de las maravillas, más bien vivo en el mundo de las pesadillas.

Tengo 14 años, seguramente ahora al saber mi edad más de uno se piensan que mi gran pesadilla es que mis padres no me quieren comprar el vestido que me gusta o que me he peleado con mi mejor amiga, pero ya me gustaría a mí que fuese solo eso.

Bueno voy a contar más bien a escribir la historia de mi vida, leerla si queréis o no. Quiero dejar claro que no obligo a nadie a leer esto o a creerme si haces alguna de estas dos cosas es porque quieres.

A ver, pués empiezo por el principio que fue el 12 de diciembre del 2003, el día de mi nacimiento. Se suponía que tenía que ser el día más feliz de la vida de mis padres, pero no fue así.

El cobarde de mi padre se marcho a Dios sabe dónde con la excusa de que había pensado mejor lo de tener hijo en el último minuto y no sé imagina cambiando pañales, así que opto por irse y pasarela una gran cantidad de dinero a mi madre cada mes para que me comprarse ropa, comida, material escolar, etc... Pero bueno en esta sociedad está más que normalizado.

Cuando era pequeña mi abuela cuidaba de mi y de mi madre, ya que mi madre no estaba en condiciones de hacerlos porque estaba todo el día llorando por la marcha de mi padre, pero mi abuela falleció cuando tenía 8 años y entonces me quedo yo sola con mi madre.

Al morir mi abuela mi madre se quedó sin N nadie en quien apoyarse excepto en el alcohol.

Tuve buena suerte, en el sentido de que mi colegio y el supermercado estaba en la misma calle donde vivía y que al haber visto a mi abuela cocinar tantas veces sabía más o menos preparar algún plato, aunque he de admitir que más de una temporada comíamos y cenábamos bocadillos.

También he de decir que ayudó que tanto la familia de mi madre como la de mi padre fuesen de mucho dinero. Al ser mi madre hija única y por lo tanto única heredera de mis abuelos, y que mi padre pasase a mi madre una buena cantidad de dinero, suficiente para mantenernos las dos sin caprichos hizo que el dinero nunca nos faltara a pesar de que mi madre estuviese desde años en el paro por estar emborracharse todos los días.

Cuando tuve que empezar a tener que cuidar tanto de mi como de mi madre tuve también tuve que empezar a distanciarme de mis amigos si es que se les puede seguir llamando así.

Nunca fui muy sociable y desde infantil muchos compañeros se reían de mi porque mis padres nunca venian a recogerme del colegio. Siempre era mi abuela la que venía a por mí y también era ella la que me llevaba al parque y la que asistía a las reuniones del colegio.

Al morir ella tuve que ser yo la que cocinaba, tuve que ser yo la que colmaba a mi madre cuando tenía un ataque de ansiedad mientras ella me recordaba que por mi culpa mi padre la había abandonado, tuve que ser yo la que hacía todo. Y solo tenía 8 años 8 MALDITOS AÑOS.

¿Creéis con toda esa situación tenía tiempo de hacer de jugar con mis amigos, ir al parque o hacer las cosas que hacían los niños normales? Pues no.

Al estar siempre sola pensando en como llevar todo para delante me fui distanciando de aquellos a los que llamaba amigos y ahí empezaron las burlas como "Alicia ¿Dónde está tu padre en el país de las maravillas?" o "Estúpido insociable ¿Ya has encontrado a tu padre? A no que no te soportaba y se fue".

Tengo tan solo 14 años y llevo lidiando con esta situación desde los 8 años y lo odio. Odio a mi padre por abandonarnos, odio a mis compañeros por no tener ni un mínimo de empatía, odio la enfermedad que se llevó a mi abuela, odio a mi madre por recordarme todos los días que si no hubiera nacido mi padre no se habría marchado, pero en el fondo la quiero por que es mi madre y sé que ella también lo pasa mal, y sobretodo me odio a mi misma.

Me odio desde el maldito día que vi una foto de mi padre. Mi madre se encontraba dormida en el sofá del salón con un álbum de fotos de cuando ella y mi padre eran veinteañeros en el regazo. Fui  a poner el álbum en la mesa para que no se callera. Y lo vi, vi que el y yo nos parecíamos mucho: la misma boca, los mismos ojos, el mismo todo... Ahí fue donde me empecé a odiar.

Ahora solo tengo a mi madre no tengo más familia, ni tampoco a ningún amigo, bueno no sé si se considera amiga pero no, pero si se que es lo más parecido que tengo a ello, hablo de Sara la bibliotecaria.

Es una mujer de unos 50 años y muy buena persona. Trabaja desde siempre en la biblioteca del barrio, y ella, solo ella sabe que me quiero dedicar a la psicología, y por eso me esfuerzo tanto en mis estudios. También es la única persona con la que hablo de mi única afición, la lectura. Al compartir el amor con los libros podemos estar hablando de ellos horas y horas.

Aunque no le he contado nada sobre el asunto de mis padres y de lo que pasa en mi casa, es la persona que mejor me conoce y en la que más confío.

Fue ella la que me dio la idea de que probara a escribir algo, ya que a ella le parece una actividad divertida y que piensa que me podría gustar. Y salió esto la verdad no sé si quemarlo, romperlo o dejarlo en algún rincón de la biblioteca haber si a alguien le llama la atención y lo lee. Lo que si sé es que no me arrepiento de haberlo probado.

Bueno pués gracias a quien haya leído esto, espero que te haya gustado y de todo corazón ojala tu vida no sea ni la mitad de borrosa que la mia.

Un saludo

Alicia, la que vive en el mundo de las pesadillas.

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⏰ Última actualización: Jun 14, 2021 ⏰

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