STORM ✧ Bakutodo

✧. Capitulo IV

Katsuki estaba nervioso por el rumbo de sus propios pensamientos. 

Si, aquel chico era de los mas lindos que habia visto nunca, eso era cierto, pero siempre que miraba en direccion al reino de los Todoroki, Shoto venia a su mente, y comenzaba a pensar que tan dificil seria sacarlo de ahí. 

El bicolor no parecia haber estado sufriendo realmente, pero noto que claramente no le hacia demasiada ilusion volver a su hogar. Si le ofrecia mudarse con él, o con Kirishima, ¿recibiria una mirada igual de apagada? ¿u obtendria alguna distinta? 

Suspiro debilmente, poniendose de pie sobre su dragon en vuelo, mirando hacia abajo, distingiendo al dragon blanco debajo del suyo, volando ambos a gran velocidad. 

-Si caigo, debes atraparme.— aviso a su dragon, que solto una pequeña explosion en respuesta.— Buen chico. 

Se ajusto un poco mas la capa, midiendo que tanto lo empujaria el aire hacia atras, y saltando sin pensarlo demasiado. 

Era un acto en extremo arriesgado, saltar a esa altura y con tano impulso. Si fallaba y su dragon no lo atrapaba, moriria sin remedio, pero eso francamente no lo asustaba. De hecho, le emocionaba la incognita. 

Ademas que su buen Blasty no lo dejaria caer por nada del mundo. 

Sintio la rudeza del impacto que tuvo su piel contra la del dragon, que comenzo a moverse en protesta. Bakugo se pregunto como planeaban los Todoroki matar un dragon tan rapido como ese. 

Habia visto su poder un par de veces. Fuego y hielo. Era raro ver a un dragon de habilidad hibrida, pero sin duda, si el hijo de Endeavor consumia su sangre, seria demasiado peligroso. 

Se sostuvo a él cuanto pudo, pero el animal nunca dejo de moverse. Estaba tremendamente en contra a ser domado. Sin duda seria un gran dolor de cabeza lograr domarlo al final. 

El dragon lanzo una llamarada de fuego justo al fente, y tuvo que saltar antes de envolverse en llamas gracias al avance, maldiciendo con fuerza. 

Como se lo pidio, su dragon rojo logro atraparlo sin mucho problema, pero el otro ya se elevaba mas alla de las nubes, indispuesto a darle otra oportunidad a estar sobre de él. 

-Maldita sea...— musito, frunciendo el ceño.— Con Kirishima, anda. 

  

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-¿Ni siquiera tu puedes domarlo, Bakugo?— pregunto Kirishima con impresion, mirandolo mientras hacia ataduras para una red. 

-No digo que no pueda, idiota.— contesto.— No se doma un maldito dragon en un dia, pero si puede notarse cuando uno será complicado, y este lo es. 

-¿Y asi el principe quiere matarlo? 

El cenizo suspiro, acostandose en el pasto, mirando al cielo, escuchando unicamente el ruido de las cuerdas que Kirishima estaba usando. 

Lo miro de reojo, suspirando. 

-Lo que colectes lo llevaras con los idiotas, ¿No?

-Si. Un comerciante me pagara bien. Ademas que es el reino mas cercano. Todo es mas facil de vender ahí. 

-¿Les permiten acercarse al palacio?

El pelirrojo dejo sus nudos por un instante, mirandolo con curiosidad, sonriendo ligeramente, mostrando su particular dentadura. 

-¿Por que? ¿Quieres algo en especial?