—Qué pequeño... —susurró ella.
—Lo siento, es lo que hay. Espero que te sirva para pasar una buena noche —comentó Junwoo con cierto desdén.
—No pasa nada, es solo que estoy acostumbrada a algo más grande —respondió Haneul sonriendo. Hanseo, que estaba en la cocina, no pudo evitar malpensar aquella conversación. El hermano menor se asomó por el marco de la puerta y Haneul le vio. —¡Hanseo! You've grown a lot since the last time we met!
—¿Haneul? —preguntó él, entre confundido y atemorizado. No le bastaba con tener a su hermano, ahora estaba al lado de la chica que sacaba ojos con tenedores.
—¡La misma, he vuelto de Barcelona! Puc parlar català també, a que és impressionant? —preguntó ella, sonriendo. Hanseok miraba la escena, asqueado, no sabía a quién odiaba más, si a su hermano o a ella.
—No sé qué me has dicho... —susurró él, nervioso.
—No esperaba otra cosa de ti, la verdad —comentó ella, cambiando su sonrisa por una expresión seria—. ¿Cenamos?
—La cena está casi lista, Hanseo, ves a por una silla para Haneul —ordenó el mayor, su hermano le obedeció sin rechistar.
En unos pocos minutos, Haneul se vio envuelta en la cena familiar de esos dos extraños hermanos. Miró los cuchillos y apuntó con el suyo al verdadero líder de Babel.
—¿Te he dicho que tengo buena puntería? —susurró ella haciendo como que le lanzaba el cuchillo.
—No eres la única en esta sala. Tanto mi hermanito como yo vamos de caza —respondió Hanseok.
—¿En serio? Yo también tengo licencia de caza, un día podríamos ir los tres juntos y rememorar las aventuras de la Triple H —comentó la mujer llevándose un pedazo de carne a la boca.
Hanseo sonrió incómodo, ni de broma iría a cazar con esa loca. La cena transcurrió en silencio, ya que Haneul tenía un don: el de incomodar hasta el punto en el que apenas se puede pronunciar una palabra.
—¿Dónde dormiré? —preguntó ella—. ¿Contigo? —Señaló a Hanseo. —¿O contigo? —Apuntó a Hanseok, sonriendo.
—Con el cojín del sofá —respondió el mayor.
—Mucho más interesante que tú —contestó ella, deshaciendo su moño. —Dame ropa cómoda, no voy a dormir con un vestido que vale más que tu compañía. —Rio.
—Acompáñame —ordenó él. Haneul le siguió hasta su habitación. Se sentó en su cama y esperó pacientemente a que él trajera un pijama. Al llegar, dejó un pijama de seda cuidadosamente doblado a su lado, agarró sus manos e hizo que su cuerpo quedara contra la cama. Ella sonrió.
—Que no se te olvide que estás en mi casa, en la casa de tu enemigo —susurró él. Ella golpeó su pierna con la rodilla e intercambió sus posiciones.
—Pues que a ti no se te olvide que yo siempre gano, my cute, little and fierce competitor —comentó ella para después soltarle, agarrar su pijama y volver a la sala, Hanseo estaba a punto de irse a dormir—. Good night, pretty boy!
—Buenas noches —respondió él antes de irse a su habitación. Haneul comenzó a cambiarse. Hanseok pasó por la sala sin darle demasiada importancia al hecho de que la mujer estaba medio desnuda.
—I want your love and all your lovers revenge, you and me could write a bad romance —tarareaba ella mientras le sonreía.
—Don't you know decency? ¿No tienes un mínimo de vergüenza? —preguntó él, un poco divertido por la actitud de la chica.
—Come and dance with me, you little bastard —susurró ella agarrando las manos del hombre, él frunció el ceño. Haneul estaba en ropa interior y parecía no importarle, Hanseok estaba un poco avergonzado. —Walk, walk, fashion baby, work it, move that bitch crazy —gritaba mientras movía los brazos del chico, él no pudo evitar sonreír y recordar sus días en Estados Unidos con ella.
—Tú eres la bitch crazy, ¿no? —preguntó él, dejándose llevar.
—I want your psycho, your vertigo stick. You know that I want you and you know that I need you —continuó ella, mezclando los versos de Bad Romance.
—I don't wanna be friends —susurró él, sonriendo.
—We better be enemies, right? —dijo Haneul dejando de bailar y mirándole a los ojos, sujetando sus manos todavía. Hanseok también lo hizo, dejando de sonreír al instante.
—¿Qué dirían los medios de nosotros si nos vieran? —preguntó él, apretando las manos de la mujer.
—No saben quién eres, un abogaducho de turno con la maravillosa, talentosa e increíble Min Haneul. ¿Qué crees que dirían? —cuestionó ella con sorna.
—Si lo supieran —comentó él, acercándose un poco más a ella.
—El presidente mediocre de Babel junto con la magnífica presidenta de Anjan, ya imagino los titulares —dijo la chica sonriendo mientras su pelo largo y negro ondeaba al son del viento.
—No te he echado de menos ni un poco, la verdad. —Él sonrió cínicamente.
—Lo mismo digo —habló soltando sus manos—. Venga, buenas noches, mañana tengo cosas que hacer, como por ejemplo sacarte los ojos con un tenedor. —Rio.
—Yo también tengo que apuñalarte. —Sonrió ampliamente. —Buenas noches, Min Haneul, espero que no sueñes con ningún plan maestro para derrotar a Babel. —Ella realizó un par de carcajadas sonoras.
—No me hace falta soñar para eso, sweetie.
Hanseok todavía se preguntaba qué hacía esa loca en su casa. Era imposible que Haneul le siguiera gustando, había crecido y ya no era un adolescente hormonal. Solo tenía una misión: hacer que Babel fuese la mejor farmacéutica de Corea. Y si para conseguirlo debía destruir a sus competidores, lo haría.
No podía permitirse que Haneul estuviese por ahí dando por culo. Si debía matar cualquier sentimiento que generase en él, fuese bueno o malo, se encargaría de hacerlo. Porque, bajo esa fachada adorable y divertida, se escondía un monstruo que daba mucho más miedo que él mismo.
Se necesita un monstruo para acabar con otro monstruo, y Hanseok no podía permitirse ser derrotado.
Bad Romance - Lady Gaga
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silence | jang junwoo (hanseok)
FanfictionPosiblemente la forense y presidenta de la farmacéutica Anjan (su principal competencia), no entraba en los planes del joven jefe. Jamás imaginó que alguien pudiera leerle como si fuera un libro abierto, era vergonzoso y humillante. Así que solo le...