Aria
Cuando llego al bufete subo hasta la planta donde tiene mi madre su despacho, esta mañana me ha dicho que me pase un momento para vernos y hablar de algo que me tiene que decir. Muy pocas veces he subido a la planta donde están los despachos de los trabajadores más importantes, pero las veces que lo hago me quedo encantada por como lo tienen todo organizado. Al llegar al despacho de mamá pico una vez como no escucho una respuesta de parte de mi madre entro sin volver a picar, me extraño al principio por no verla por el despacho, pero a los pocos segundos la veo en la pequeña terraza que tiene en su despacho, abro la puerta que se encuentra cerrada y salgo, me doy cuenta de que nunca me he fijado a detalle en la terraza así que lo hago ahora, en el centro hay una mesa redonda donde ahora mamá tiene apoyado su ordenador, alrededor de la mesa hay un asiento en forma de U con unos cojines encima, por último me fijo en las barandillas de la terraza, la cual tiene diferentes tipos de flores enrolladas entre sí.
- Hola, mamá.- le saludo mientras me siento al lado de ella.
- Hola, cariño.
- En qué trabajas.- pregunto intrigada por mirar su ordenador.
- Tengo que entregar unos documentos importantes para un nuevo proyecto a media mañana.
- A vale bueno pues no quiero molestarte.- empiezo a decir mientras que mamá centra su vista otra vez en el ordenador.- He venido porque me has dicho que pasara a verte que tenías algo de decirme.
- Si es verdad, solamente era que papá y yo saldremos esta tarde y llegaremos tarde, así que tendrás que cenar sola en casa cariño.
- A bueno, no hay problema me prepararé algo de cenar rápido o si no pido algo a domicilio.
- Vale Aria, creo que solamente era eso lo que tenía que decirte.
- Vale, pues entonces vuelvo a mi despacho para empezar a trabajar.
Me despido de mamá y salgo de su despacho, me monto en el ascensor y bajo hasta mi planta, al llegar y recorrer el pasillo mi vista. Como no, se centra en el despacho de Deiton, lo veo que está centrado mirando el ordenador, me doy cuenta de que se ve demasiado tierno mientras está trabajando, desvío mi vista al llegar al mío, nada más entrar dejo las cosas en el suelo y me siento en mi silla para empezar a trabajar.
Cuando ya es media mañana decido ir a por un café para activarme, me fijo en el despacho de Deiton y lo veo con su vista fija en el ordenador, parece como si sintiera que lo estoy mirando porque eleva su mirada y coincide con la mía, la aparto sin pensarlo y voy para el ascensor, cuando están las puertas a punto de cerrarse veo un brazo entrando haciendo que el ascensor se abra.
¿Pero cómo?
- Es imposible.- digo viendo a Deiton entrar en el ascensor con una sonrisa de lado.- Hace unos segundo estabas en tu despacho.
- Lo sé.-me dice acercándose un poco más a mí.- Es que todavía no sabes que hago magia. - me rio ante su comentario a lo que él hace lo mismo.
-A sí.- pregunto divertida.- Pues... porque no usas tu magia para desaparecer.- intento decir ese comentario para a ver si lo hago enfadar un poco, me gusta la cara que pone cuando está enfadado, pero no lo consigo, al contrario, lo único que consigo es hacerle reír.
-Muy graciosa.- me dice mientras me mira de arriba abajo, con tan solo hacer eso siento una oleada de nervios por todo mi cuerpo.- Yo había pensado utilizarla para algo mejor.- nada más decir eso no sé cómo lo hace, pero no me da tiempo ni a pestañear que me tiene agarrada de la cintura y a milímetros de su cara.- Algo como por ejemplo esto.- dice acercando su cara y rozando sus labios con los míos, al sentirlo tan, pero tan cerca se me viene a la cabeza Eiren y que es una de mis mejores amigas, no puedo seguir haciéndole esto, sin pensarlo me alejo de Deiton sin dejar que junte sus labios con los míos.
ESTÁS LEYENDO
Sensaciones entrelazadas
Teen FictionUn accidente de coche cambió la vida de Deiton Anderson convirtiéndolo en un chico roto, sin sentimientos, cruel y con sed de vengarse de la culpable de la tragedia. Cada día Aria Wilson, una chica cobarde, insegura, confiada y muy enamoradiza, se o...