I Can't Erase This Love

Cap 16...

Me da melancolía. Todos los capítulos que estoy creando están sobrescritos donde solían estar los antiguos. Es triste tener que borrarlos para poner los nuevos, pero supongo que es simbólico para mí.

Es tierno y lindo releerlos, ver los comentarios; algunos ya no están, pero hay muchos más. Me resulta melancólico darles una lectura y darme cuenta de que las cosas eran más sencillas antes. ¿Saben de qué trataba este capítulo? ¡Aún estábamos en el arco de la USJ! Y ahora, con esta versión, ya pasamos los exámenes finales, avanzamos con la relación... mientras que en esa versión vieja que estaba leyendo, apenas estaba por comenzar dentro de otro capítulo más.

Es... lindo, en algún sentido.

Había un chico que me pidió si podía hacer mi historia en un video, narrada con Loquendo. No saben la ilusión que me hizo, y ahora lo ando recordando. De hecho, lo estoy escuchando y me causa gracia, aunque solo subió hasta el capítulo 4. Pero ya es algo, lo aprecio mucho. Espero que ese chico esté bien, realmente espero que todos estén bien.

Vacaciones...

Ah, las lindas y maravillosas vacaciones...

La calma tras la tormenta, el arcoíris que nace después de la tempestad, la luz que emerge al final de una noche de oscuridad perpetua. Muchos aman este tiempo (por no decir todos), porque ¿qué puede ser más relajante que hacer lo que a uno se le da la regalada gana?

Algunos viajan con sus familias, ven porno, otros se lanzan a recorrer el mundo en solitario. Otros ven porno. Algunos dedican su tiempo a sus hobbies, otros practican algún deporte o disciplina, otros simplemente descansan en casa, desconectando del estrés del día a día... a ver porno... Unos con amigos, otros con sus parejas... y otros, bueno, siguen viendo porno.

Vacaciones. Maravillosas.

Especialmente para ciertos personajes.

- Okey, Izuku... no es nada del otro mundo, respira... tómalo con calma... ya has hecho cosas más complicadas que esto...-.

Izuku Midoriya, nuestro amado y brillante protagonista, estaba de pie frente al edificio departamental de Shota Aizawa alias: la mujer de sus sueños, el amor de su vida, la futura señora Midoriya, y muchas otras cosas que no podemos mencionar por respeto a esta audiencia.

Hoy estaba a punto de enfrentar uno de los desafíos más grandes de su existencia...

Una cita.

Sí, una cita real. Porque a pesar de todo lo que han compartido como dormir juntos, comer juntos, ver películas acurrucados, tomarse de la mano, decirse te extraño casi a diario, llamarse por las noches solo para escucharse respirar... aun con eso jamás habían dado ese pasito. Ese que implica decir las palabras exactas: "¿Quieres tener una cita conmigo?"

Desde aquella noche de ensueño que compartieron (interrumpida, claro, por la entrada estelar de Emi), las cosas entre ambos se volvieron... más dulces. Aún más que antes. Más suaves, más íntimas, más de ellos.