Marzo 3

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El problema, en realidad es muy sencillo. Porque los responsables, después de todo, somos nosotros mismos. Nos sometemos a tanto daño, nos dejamos manipular y engañar u ilusionar. Tanto que nos volvemos adictos al dolor. Muchas veces por algo u alguien que creemos especial. Este, nos promete, no lo mejor,  pero lo suficiente para caer en ello. Por más lejano este nos empeñamos a creer que se encuentra al cruzar la acera, aunque sabemos, muchas veces no existe. En dichos momentos daríamos asta lo imposible por obtenerlo. En ese momento es lo mejor y lo que todos desean y pocos poseen. Nos obsesionamos a tal punto de crear, imaginar, una realidad subrealista. Nos cegamos por aquello que nos impide observar la realidad que nos acecha, esperando el momento preciso de atacar.

Hoy no es un buen día. Sinceramente xx

Dear DiaryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora