Café

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Estaba caminando en camino hacia mi trabajo, pase frente a una pequeña cafeteria ahi estabas, del otro lado de la calle, tomando un café solo mientras escribías algo en una pequeña libreta.

A la siguiente semana que pase frente de la misma cafetería, allí estabas, haciendo lo mismo. Vestías una camisa blanca junto con unos pantalones negros de vestir. Me atrajiste más de lo que creía posible.
Ese mismo día entre a la cafetería, pedí un café junto con unas galletas, me senté en la mesa frente a ti. Me di el placer de poder apreciar tu rostro.
Seguro sentiste mi mirada ya que alzaste la cabeza y me sonreíste, te devolví la sonrisa. Y jure que nunca había visto una sonrisa tan hermosa en la vida.

Los siguientes días hice lo mismo; pasaba por la cafetería para ver si estabas ahí, así fue. Me senté en la misma silla, al igual que tú. Ese día estaba motivados pedirte tu número. Me puse muy nervioso de solo pensarlo que me atore con mi propia galleta. Alzaste la vista con curiosidad, yo solo puede sonrojarme mientras intentaba pasar la galleta. Te reíste al verme sonrojar, volví a jurar que nunca había escuchado una risita tan hermosa como la tuya.

Te paraste y me ayudaste dándome unas palmaditas en la espalda. Cuando me recupere te agradecí por prácticamente salvarme la vida. Volviste a reír. Volví a jurar.
Me diste tu nombre y te sentaste en la silla de frente a mi, me dijiste que habías notado todas mis miradas de los anteriores días. Casi me vuelvo a atragantar y te confesé que me parecías una persona sumamente atractiva.

Ese día nunca lo olvidare, intercámbianos risas, anécdotas, hasta me entere que nuestros hermanitos iban a la misma escuela. Al final te pedí tu número cuando te tenías que ir, me lo diste y agregaste tu nombre junto a un corazón a un lado.
Desde ese día supe, que la persona con la que quería pasar mis días era contigo.

Te invite a una cita y a otra, cada semana nos juntábamos en algún lugar que no fuera la cafetería.

Te pedí que seas mi novia. Aceptaste felizmente mientras te lanzabas a mi para abrazarme.

Nos mandábamos mensajes cada que no podíamos encontrarnos por trabajo. Todo fue fantástico, año tras año.

Así pasaron 5 años, entre amor y mas amor. Claro que hubieron discusiones, pero las lográbamos solucionar y seguíamos adelante. Podría decir que mi vida fue perfecta desde que te conocí.

Te pedí matrimonio. Ese día los dos lloramos de felicidad, ninguno de sos otros podía con la emoción del pesar que estaríamos juntos asta que la muerte nos separe. Y así será.

Nuestra vida juntos transcurrió fenomenalmente, tuvimos dos hermosos hijos, una niña y un niño. Los niños más hermosos que he visto nunca.

Gracias, por toda la felicidad que has brindado a mi vida.

Desde el primer día que te vi supe que te quería para toda la vida.

-Con mucho amor
Lee TaeYong