Capítulo 6

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Наследник

Edmond

Reviso que el nuevo armamento esté en las condiciones requeridas. Los paquetes de droga llegan mañana y estoy tranquilo porque mi hijo se está ocupando de lo otro.

Mi padre cruza el jardín, observando el nuevo encargo y se detiene a mi lado con una sonrisa de triunfo.

—¿Lo atraparon?

—Lo atraparon —me confirma.

El que hayan atrapado a Nikolay Ivanov nos quita a los búlgaros por un tiempo del camino. No son más poderosos que nosotros, no son más que nosotros pero el que se vayan a concentrar en liberar al menor de los hermanos nos da tiempo para ocuparnos de cosas más importantes que la disputa por el puesto de estatus más importante entre mafias y estoy seguro de que van a ocuparse antes de querer sacar al niño porque conociendo a Aleksandar va a hacer todo lo posible por rescatar a su hermanito de los ingleses. Lo que quiere decir que podremos comenzar a tomar el territorio que ellos tenían ganado.

—El niño no va a decir nada —dice mi padre—. No va a delatar a sus hermanos.

—Supongo que los ingleses tendrán sus métodos para hacerlo hablar —me encogo de hombros—. Es lo único bueno que han hecho esos desgraciados. Y mientras tanto que Dmitri se encargue de tomar el territorio que Aleksandar nos había ganado. Necesitamos distribuir más productos y adueñarnos de los clubes que tenían.

—Padre, ya te ha llegado la noticia —mi hijo se posiciona a mi lado—. Yo me encargo de todo, no te preocupes por eso.

Dmitri Angelov es mi hijo. Producto de una aventura que tuve con una rusa que murió poco después de tenerlo. Maskim Angelov es mi padre. Me adoptó después de que el mal nacido que se metió con mi madre no se hiciera cargo de mí. Maskim nunca pudo tener hijos así que desde que nací me ha criado como único hijo suyo. Heredándome el cargo del Boss en la mafia que antes él lideraba. Cargo que le cedió su padre y que él me cedió a mí, y el cual más adelante yo le voy a ceder a mi hijo.

Es un cargo que solo se hereda al mayor de tus hijos, o en todo caso a un heredero de sangre. Maskim modificó eso al heredarme el puesto del Boss, ya que yo no llevo su sangre y sin la modificación de las reglas de las bratva no habría podido cederme el cargo. Pero esa ha sido la única excepción que se hará. Y los miembros del clan respetan eso, por la gran admiración que nos tienen a mi padre y a mí. Y me enorgullece saber que en poco tiempo mi hijo será el que ocupe este cargo.

—No me ha llegado el informe, Dmitri —le hago saber. Es un informe que pido constantemente.

—Iré a buscarlo, padre.

Se va dejándome sólo con Maskim y ambos volvemos adentro.

—¿Desde cuándo no pides informe?

—No lo he dejado de pedir —aclaro—. Pero no tengo novedades de lo que ha pasado estos dos últimos meses.

Asiente. Me sirve un trago y se sirve otro para él.

—¿Qué vas a hacer con el armamento? Los búlgaros se nos adelantaron ya.

—Voy a leer el informe cuando Dmitri me lo entregue. Después sabré que hacer.

—Sé cauteloso, Edmond.

—Soy cauteloso, padre —le aseguro—. Pero los ingleses siempre se dan cuenta.

—Henrik en especial.

—Ese desgraciado sobre todo —me bebo el licor—. La captura de Nikolay solo presagia que pronto intentarán la nuestra.

—No es la primera vez que lo intentan.

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