La chica era alta, más incluso que el muchacho, era casi ridículo que está estuviera detrás de alguien que era tan pequeño.
— Pero vamos a ver Girlfriend.
El muchacho se puso por un momento frente a ella, trataba de aguntar la risa.
— Cariño eres literalmente un demonio, uno que parece un maldito dragón. — Allí estaba con la zapatillas en la mano buscando el causante del problema. — Literalmente te vi, eres sexy y aterradora. — Finalmente terminó riendo.
— No es por desearte mal, pero ojalá mañana haya tormenta — Protesto la mujer. — Te pienso aplastarte a ti como sigas en vez de la cucaracha. — Girlfriend hincho algo los mofletes.
— ¿Ah? ¿Qué eso es una amenaza? No me asusta, al contrario ¿Eso es todo lo malo que puedes ser amor? — Con eso prosiguió a dar silbidos a ver si salía. — Venga bonito, no quiero hacerte nada, tengo queso rancio.
— Keith, eres tonto, la cucaracha es más lista que tú.
Ambos estaban en la cocina, estaba algo descuidada el hogar del adolescente, no hace mucho que fumigaron las alcantarillas, luego la mayoría entraron a las casas. Girlfriend no era muy partidaria de estar haciendo algo y que una de esta esté presente.
Finalmente tras mover el frigorífico se encontraba. La chica movía tímida los brazos, su hombre allí está preparado con el arma.
— Muy bien, va ser rápido.
La chica se fue corriendo del sitio, se quedó mirando desde la seguridad de la puerta.
Levantó para ir en picado al insecto, pero era escurridizo, ni siquiera le dio a una pata. Este fue persiguiendo por todo el suelo, acabo dándose contra la mesa. El muchacho se le estaba agotando la paciencia, era dar vueltas en círculos.
— Con que quieres guerra eh... A mi chica la única que le hace sufrir soy yo castroso — Tomo de un armario un bote de insecticida. Allí estaba con sonrisa villanesca.
Presionó el botón para empezar a sonar, estaba tan fuerte que hasta tosía el rapero de lo fuerte que estaba. Igual allí estaba a ver si terminaba de una vez.
El insecto abrió las alas para ir volando a por él. El cazador era cazado. Allí estaba el novio corriendo mientras gritaba como una niña pequeña.
— Ostias está satanizada, me cago en todo sus muertos. — Allí seguía para contratar con el calzado, ni un golpe de boxeo sonó tanto como eso, el bicho quedó espachurrado en la encimera. — Ya amor.
La chica se acercó con una larga sonrisa.
— ¿Qué pasa? ¿Ehhhh? ¿Que tal tomar de tu propia medicina traidor? — La chica tocaba el moflete del muchacho. No tardaron en abrazarse y darse besos cursos.
— Estoy a tiempo de coger y meter al bicho en tu traje. — Le sacaba algo la lengua.
— Hazlo y te arrancaré tus bolas. — No, no le seguía la broma, estaba hasta morada. El muchacho viendo eso paro en seco asintiendo con rapidez.
— Beep
Ambos se fueron al comedor para dejar ese asunto. Acabaron por buscar el número de un exterminador de la zona.
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Adicto a ella
FanfictionLa increíble pero raras historias sobre una demonia culona y el imbécil de su novio.