Día 1: La primera vez que se conocieron

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-¡Me quiero ir!- Grito un pequeño Tobio mirando muy enfadado a su madre.

Tobio Kageyama junto al resto de su familia estaban en una importante reunión de trabajo, y dicha reunión era obligatorio que toda la familia este presente, cosa que molesto mucho a Tobio el cual prefería quedarse en su hogar comiendo o jugando videojuegos, pero no, ahora se encontraba en esa aburrida reunión lleno de adultos y ancianos que a penas lo miraban. El pequeño niño muy aburrido comenzó a quejarse en voz alta, cosa que molesto a sus padres los cuales trataron de hacerlo todo para que su hijo se calle.

-¿Porque no vas a jugar con el niño que está por allá?- Su madre apunto a un pequeño niño de cabellos naranjas que jugaba solo -Podrías hacerte amigo de el, mira, el se ve muy simpático-.

-Tiene cara de estúpido- Comento Kageyama mirando a Hinata desde lejos -Prefiero jugar solo que estar con el-.

-Pues entonces tendrás que quedarte callado y no molestar- Dijo su madre soltando un suspiro -Quizás te diviertas más oyendo como los mayores arreglamos contratos y hacemos muchas cuentas para...-.

En menos de lo que canta un gallo Tobio salió corriendo en dirección a Hinata, su madre rio en voz baja cuando su plan de espantar a su hijo funcionó, aunque también se sentía un poco culpable al engañarlo. Kageyama se paró frente de Hinata el cual jugaba alejado de todo el mundo con unos autos de juguete ignorando la presencia del peli negro quien parecía un poco molesto al ser ignorado de tal manera.

-Oye, ¿Acaso no te das cuenta de que estoy a tu lado?- Kageyama le dio un pequeño golpe en la cabeza a Hinata el cual lo miro un poco adolorido -Tonto-.

-¡Eso dolió!- Se quejo Hinata ligeramente enojado -¿Que quieres?- Pregunto el peli naranja finalmente viendo a Kageyama, este último se cruzó de brazos un poco molesto.

-Jugar- Respondió el peli negro sentandose junto a Hinata, este último lo miro un poco confundido, pero a los pocos segundos le dio uno de sus autos de juguete -Gracias...Supongo...¿Y que hacemos ahora?-.

-¿Jugamos a las carreras de autos?- Propuso Shoyo sonriendo con alegría, Tobio miro el auto que se le fue prestado y noto como estos no eran de batería.

-¿Y como lo vamos a hacer?- Pregunto Kageyama intrigado del como se supone que iban a jugar -Estos no son autos a bateria, tendríamos que lanzarlos nosotros-.

-Exactamente- Respondío Hinata sonriendole a Kageyama -El auto que llegue más lejos gana, ¿Te gusta la idea?-.
 
-Mmm...Claro, no veo el porque no- Acepto Kageyama tomando el auto de juguete -Ya vas a ver cómo voy a ganar-.

Ambos niños colocaron sus autos en el suelo, Hinata sonrió y soltó una pequeña risa y contó "Uno, dos, tres", y ambos lanzaron sus autos de juguete, estos iban muy parejos en la carrera, cosa que aumentaba la tensión en los jugadores.

-¡Tu puedes auto rojo!- Alentó Hinata a su auto.

-¡No, tu puedes auto azul, demuestra quien manda!- Alentó Kageyama viendo a su auto -¡Si no llegas a ganar juro que te voy a cambiar por otro auto mejor!-.

-¡Auto rojo!- Volvió a decir Hinata.

-¡Auto azul!- Grito Kageyama.

Hinata y Kageyama fijaron sus miradas en los autos de juguete, estos iban a gran velocidad(oh eso se veía desde la perspectiva de los dos infantes), ellos creían que estaban en una carrera muy importante la cual les daría gloria y riquezas. Pero la carrera llego a su fin cuando un mozo piso uno de los autos, resbalando y dejando caer todas las copas de vidrio que tenía sobre una bandeja.

-¡JAJAJA!- Rieron ambos niños al ver el desastre que se había formado.

-¡Tobio!- Grito la madre de Kageyama enfurecida.

-Mierda- Susurro Kageyama sabiendo de sobra lo que le pasaría luego.

-¡Ganeeeee!- Celebro Hinata al ver cómo su auto seguía avanzando mientras que el de Kageyama se había detenido -¡Yo gane la carrera!-.

-¡Aaaah! ¡Eso fue trampa!- Se quejo Kageyama -¡Quiero la revancha!-.

-Si si como digas- Dijo Hinata aún celebrando su victoria -Con o sin ese mozo yo hubiera ganado-.

-¡Revancha!-.

-¡Ya mismo!-.

Ambos niños ignoraron todo el caos a su alrededor y buscaron sus autos de juguete, ellos vieron a los adultos gritar y ayudar al mozo el cual miraba enfurecido a los infantes quienes solo pensaron "que problemáticos", y se fueron a un lugar diferente para que nadie los moleste. Y así estuvieron el resto de la noche, jugando y riendo ignorando a los adultos que discutían sobre diferentes temas que ellos no entendían a causa de su edad. Ellos jugaron con toda la inocencia que se podría esperar de un niño, y hasta que se fueron, separándose de momento, los niños no pararon de reír.

-¿Cómo la pasaste Tobio?- Pregunto su madre encendiendo el auto -Por lo que pude ver te divertiste mucho con ese niño-.

-Ah...Si, la pasé muy bien- Respondío Kageyama viendo la ventana -Me gustaría poder jugar con el una vez más...-.

-Pues estás de suerte, me hice muy amiga de su madre- Contó la mujer -Quizás dentro de unos días ellos vengan a casa-.

-¿¡Enserio!?- Los ojos de Kageyama desprendían un brillo, y en su rostro tenía una gran sonrisa al ver cómo su madre asentia -Genial...-.

-Fin del primer one-shot-

Kagehina WeekDonde viven las historias. Descúbrelo ahora