10.- Misión

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Madara estaba enterado de las escapadas nocturnas de su hija, lo único que hacia al respecto era seguirla o monitorear su chackra para asegurarse de que ella estuviera bien. El líder del can decidió dejar a su hija salir con Shisui por las noches sin su consentimiento por que, según el era lo menos que podía hacer por ella, ya le había causado dolor, sufrimiento, corajes y decepciones, era justo que ahora ella tuviera una luz en su vida,  solo que le seguían matando los celos, pues de vez en cuando el los seguía y podía ver a los dos menores abrazados, o a su hija llorando y Shisui consolándola, aun recuerda esa vez en la que Shisui le había prometido a su hija protegerla. Los celos seguían presentes, pero una nueva sensación surgió, una de tranquilidad y calma al saber que cuando el se vaya Minari tendría una persona con la cual estar. 

Se encerró en su habitación y se recostó en la cama, sabía lo que seguía, el llanto incesante de su hija,  el siempre detesto verla llorar, pero quizá ese era el precio que ambos debían de pagar para tener una vida, Minari un dolor demasiado molesto y angustiante en el pecho, Madara el disgusto de no poder compartir tiempo con su hija, y puede que tal vez su odio, ser la causa de su dolor.  - ¿Qué tan importante es Shisui para ti hija? - dijo Madara en un susurro. Pues seguía impactado por la reacción  que había visto de ella. Tomó una pastilla para dormir, pues hasta su cuarto se escuchaban los sollozos de de su hija, no quería escucharlos en definitiva. Otra razón por la que cada que peleaban se encerraba en su cuarto o se iba de la casa y regresaba horas después.

Por su parte Minari estaba llorando, oculta entre las sabanas, temiendo que algún día pudiera pasar eso, que algún día ese genjutsu se volviera realidad, no le agradaba en lo absoluto la idea de que algún día Shisui, y mucho menos que muriera a manos suyas. Simplemente era algo que no le gustaría ver, mucho menos vivir. El dolor que había provocado el despertar de su sharingan estaba aumentando, a pesar de estar derramando lagrimas a cantaros, empezo a sentir otro liquido proveniente de sus ojos, uno mas espeso, se llevó una de sus manos a la cara para sentir mejor e liquido, era sangre, su color carmesí le recordó nuevamente al genjutsu, su respiración se volvía incierta, por suerte para ella no duraría mucho, pues su chackra se había desbalanceado  en unos prontos momentos ella caería dormida por la fatiga que le provocó el Sharingan.

La mañana llego rápido, unos jounin maestros de la academia fueron al distrito Uchiha a darle un recado a la mamá de Shisui, algo así como una buena nueva, en fin, también habían ido a buscar a Madara, pero se enteraron que había salido a una mision, por suerte regresaría pronto, pero debido a que tenían obligaciones en la academia tuvieron que retirarse, dejándole un pergamino a Akari-San, donde estaba escrita la información para Madara.

- Cariño - habló Akari dirigiéndose su hijo. - Que te parece si vas a buscar a Minari-Chan a su casa y yo los espero en la nuestra con el desayuno preparado.

- Sí mamá, te veo luego - respondió el niño emocionado, para empezar a correr en dirección a la casa de su mejor amiga. No pasó mucho tiempo para que llegara, sabía que Madara no estaba, sin embargo prefirió entrar por la ventana. Entró al cuarto de la pelinegra, la pudo apreciar dormida, decidió observarla a detalle, notó que su pelo estaba en su tinte natural, la mayor parte de su cabellera de color negro cubierta de hebras rojas bien esparcidas. Si algo le gustaba mucho a Shisui de Minari era su cabello.

Le parecía muy bonito, pues la combinación de colores rojo y negro le sienta muy bien a Minari, seguía sin entender por que ella se negaba a mostrar su cabello al natural. La de cabello bicolor empezó a dar señalas de que despertaría pronto y así fue.

- Shisui, ¿Qué haces aquí? - preguntó somnolienta.

- Ah, Etto... verás, nos buscaron de la Academia para darnos una noticia y mi mama me dijo que viniera por ti para desayunar juntos, así que apúrate - dijo Shisui un tanto nervioso.

La Princesa de los Cuervos |Shisui Y TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora