Celos de hombre

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—¿Por qué te comes las uñas? ¿Estás nervioso por algo? Si tienes problemas puedo solucionarlo, solo pídeme lo que quieras

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—¿Por qué te comes las uñas? ¿Estás nervioso por algo? Si tienes problemas puedo solucionarlo, solo pídeme lo que quieras.

Madara interrumpió mis pensamientos cuando repasaba lo que pasó por la tarde con Shisui. Al revisar mi teléfono encontré varios mensajes de texto de un número desconocido, los mensajes pertenecían a él, pidiendo que regresara al apartamento para hablar sobre nuestro matrimonio, que lo perdonará así como él me perdonaba por estar con otro hombre. Los mensajes continuaron llegando hasta que el último me dejó un poco inquieto, puesto que amenazó con matar al hombre con el que estaba. Era la primera vez que Shisui amenazaba con matar a alguien, así que no sé cómo procesarlo. Chantaje o no, solo el tiempo dirá qué tan cierto era la amenaza, no voy a dejar que me manipule con amenazas de un hombre celoso.

—Déjame adivinar, ¿con dinero? —pensé en voz alta.

Estar con Madara me hace sentir extraño, como si lo que hemos hecho esta mal. No me refiero a la homosexualidad, sino a que lo nuestro no tuve que tener un comienzo, sino solo trabajo. Ese hombre es otro rollo a comparación de Shisui o Deidara. Este hombre millonario es posesivo y calculador, actúa como si supiera lo que pienso, y emerge cierto dominio sobre mí, cosa que no le voy a permitir.

—Pídeme lo que quieras —insistió.

Madara cerró la puerta detrás de él tras salir a la cabina a hacer una llamada urgente, supuestamente. Acabando de tener sexo la separación fue incómodo. Él, se separó de mí en seguida, yo hice lo mismo, me deslice hasta el otro borde de la cama king size, y me acosté apoyando la espalda contra una almohada y la cabeza contra la majestuosa cabecera. Cubrí mi desnudez con la sábana, mientras él se cubrió con su bata carmesí con los bordes negros, y salió de la recámara principal con su teléfono en mano. Ahora viene a mí deslizando una mano sobre la sábana que cubre mi cuerpo, ha comenzado por mi pies, y a terminado sobre mi miembro, a medida lo hacía, lo seguí con la mirada. ¿Qué puedo pedirle a este magnate? ¿Un nuevo coche? ¿Joyas? ¿O, quizá una viaje para mí y mis amigos? Me siento tonto pedir, puesto que nunca en mi vida me llamó la atención tener a un hombre que me dé cosas por placer. En pocas palabras, esto es como si fuera un prostituto.

—Llévame devuelta al puerto, tengo otras cosas que a hacer —dije, en arqueando la espalda para ponerme de pie, pero él se ha inclinado para besarme de una manera posesiva.

Al principio no quise aceptar sus labios, pero sus labios se pegaron a los míos como imanes. Seguí el ritmo hasta que despegó sus labios de los míos, y capturó mi rostro con amabas manos. Nos vemos fijamente.

—Sabes. Eres difícil de complacer, o simplemente eres arrogante como los nuestros. Me gustan los retos, y tú, Itachi, eres un reto que cada vez me emociona más para conquistar. Lo que acaba de pasar entre nosotros, sé que para ti es un polvo sin sentido, lo puedo saber por tu manera de verme.

Intentó besarme otra vez, pero me negué al mover la cabeza para otro lado. Necesito regresar al puerto, como dije, tengo cosas que a hacer antes que llegué Sasuke y Sakura.

Mi esposo, mi amante y mi puta YAOI [Terminada/ ANTI ROMÁNTICO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora