ÚNICO

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Suave.

Si había una palabra que podía describir a Seonghwa era esa, lo confirmaba por lo sedosas que eran las hebras grises al pasar sus manos por éstas cada vez que el mayor le hacía una mamada, en esos labios esponjosos que dejaban escapar leves suspiros cuando sus bocas se unían en un beso caliente y húmedo, en aquella piel tersa como bebé que adoraba marcar para luego admirar los chupones violáceos que resaltaban y le fascinaba presumir aunque luego el mayor le regañase, ya que tenía que ocultarlos de su esposo.

Seonghwa era tan precioso y delicado, como un muñequito de porcelana, frágil como el cristal.

Aún recuerda la primera vez que lo vio en ese bar con aquel hombre, su preciosa piel acanelada siendo presa de esas manos toscas que no merecían pasearse por su cuerpo. Nadie lo merecía, ni siquiera él.

Park Seonghwa era un ser majestuoso y etéreo en un mundo cruel que pretendía opacar su belleza, que aún rodeado de sujetos que solo lo usaban como un objeto, seguía sin perder su encanto. Y ahí estaba Yunho, que era capaz de darle la galaxia entera y hasta su propia vida con tal de poder seguir viendo sus ojitos brillar.

Daría todo por el hombre que con unos pocos besos, había robado su corazón. Aquel que en esos momentos se encontraba descansando encima de él luego de otra ronda de ese dulce sexo.

Seonghwa se removió entre sus brazos, con la mejilla apoyada en su hombro y su mano trazando figuras sobre su pecho. "Estás muy callado, ¿qué sucede?" musitó con voz somnolienta.

"Pensaba en secuestrarte, llevarte conmigo e irnos lejos de todo esto."

"¿Secuestrarme?" ríe bajito, al solo imaginarse la idea del menor haciendo aquello que por supuesto terminaría en desastre, "No creo siquiera que puedas hacerlo."

"¿Por qué no? pregunta acariciando su espalda. "Podríamos, ya sabes, cumplir esa loca fantasía tuya y casarnos en Las Vegas con un Elvis falso.

¡Había sucedido una sola vez! Y en su defensa, ese día ambos estaban tan borrachos y al de cabellos ceniza se le ocurrió esa tonta idea, fantaseando con que algún día podían escapar de ese infierno, pero esa solo eso, una ilusión, que prefería seguir manteniendo en secreto y con la esperanza de que durase el mayor tiempo posible.

"Primero, eso fue una tontería de mi parte y segundo, Yun, no me he divorciado ¿y tú ya quieres poner otro anillo en mi dedo?" Se levanta, apoyando su brazo en la cama y el rostro en la palma, una sonrisa tirando de sus labios.

El menor lo observa desde abajo. "¿No te gustaría uno real? Tu matrimonio es una farsa que solo Min se cree.

"Por más que lo quisiera, Minkyung, él... No lo permitiría." La sonrisa se borró y suspiró triste, las lágrimas manchando sus mejillas sonrosadas. Sabía que la posibilidad de un final feliz con el azabache era irreal, pero cuánto lo deseaba. "L-lo nuestro no puede saberse y n-no quiero que te haga daño por mi culpa."

Jeong limpió las gotitas saladas y lo acurrucó entre sus brazos, susurrando palabras bonitas en su oído esperando que el llanto fuese disminuyendo. "Sabes que daría mi vida para que puedas estar lejos de ese imbécil."

"¿Entonces qué?" Se aparta mirándolo con furia. "Si mueres, ¿cómo pretendes casarte conmigo?

"Hwa..."

"No Yunho, tú no entiendes lo importante que eres para mí y si llego a perderte yo... ¿Qué haré sabiendo que me enamoré de ti y que no volveré a sentir algo así por nadie que no seas tú?" Expresa entre hipidos.

Porque sí, Seonghwa aprendió a amar al hombre con ojos de cachorro que le cautivó como una abeja hacia el polen de una flor. Yunho fue el bálsamo que curó las heridas que yacían en su interior, quien le enseñó que el amor si existe y que puede ser lindo y especial si estás con la persona indicada.

Por supuesto que deseaba quedarse con él y despertar a su lado cada mañana, pero aquello era imposible, Seonghwa no podría escapar jamás de Minkyung y no existía forma en el mundo de que él los dejara con vida si se enteraba de su pequeña aventura con Yunho.

Kim Minkyung era el dueño de muchos bares ilegales alrededor de toda Asia y poseía el suficiente poder como para desaparecerlos del planeta sin dejar rastro alguno. Por no mencionar que prácticamente lo había comprado como si fuera ganado y lo tratase como una basura en algunas ocasiones y otras, como un rey según Minkyung le decía que era. Su relación era tóxica y confusa, por eso cuando Yunho llegó a su vida intentó huir de los sentimientos que poco a poco se iban formando en su interior, el azabache le hizo entender que no podía seguir eludiendo aquello que estaba sucediendo entre los dos.

Peligroso. Su amor no era solamente prohibido, Seonghwa se había aferrado a Yunho como una especie de bote salvavidas, sino que además aquel amor clandestino se convirtió en su adicción, como una droga que no podía dejar de probar y que cada vez anhelaba más. No se arrepentía en absoluto, querer al rubio era de las pocas decisiones valientes que había tomado.

"Uhm, no sabes cómo me pone cuando te enojas conmigo."

"Dios, eres insoportable."

"Pero así me amas, ¿no? Eso fue lo que dijiste.

Tragó saliva, nervioso. "E-esas no fueron exactamente mis palabras."

Yunho lo empujó hacia el colchón, apresando su cuerpo contra el suyo, colocando sus por encima de su cabeza. "Vamos, dilo."

"Te amo." Declara antes de que el menor una sus labios en un beso lento pero igual de hambriento que los anteriores. Las lenguas rozándose creando un sonido húmedo bailando entre sí. Jadeó cuando la rodilla de su amante frotó su -ahora- despierto y sensible miembro.

Se deja hacer por el menor, que recorre su anatomía dejando besos y chupones en varias zonas, y Yunho se deleita con los gemidos y chillidos que abandonan los belfos rosados. Adorando la forma en que sus cuerpos encajan como piezas que nacieron para estar unidas por toda la eternidad.

Masoquistas.

Ambos son lo suficientemente posesivos el uno con el otro, nunca dejarían de amarse de esa manera obsesiva con tal de continuar recibiendo ese placer culposo que les gustaba y eso por el momento, les bastaba.

¡ Feliz feliz cumpleaños a @-ghoticsans ! Eres un rayito de sol en mi vida, te quiero muchísimo y sabes que puedes contar conmigo siempre! Espero te guste <333

STEALER ── YUNHWADonde viven las historias. Descúbrelo ahora