Parte 1

1K 44 1
                                    

Iba más tarde que de costumbre, no tener auto realmente estaba molestando mi existencia. Caminaba tan rápido que los tacones se escuchaban casi como galopes cuando tocaban el piso.

Entré al edificio y enseguida caminé hacia mi dominio.

—Hola, Gary, ¿Recibiste mi correo electrónico? — pregunté saludando al entrar a la oficina.

—Sobre el suicidio, ¿no? — asentí mientras me quedaban mirando unos papeles cerca de la recepción, todo con el fin de no dejar que creyeran que acababa de llegar — Tiene una hermana en Atlantic City. La dirección está en tu escritorio.

—Gracias.

—Cuando quieras.

Caminé hasta mi escritorio, al sentarme me di cuenta que había una foto de prontuario mía, al lado había una nota que decía que debía estar en el juzgado mañana a las 9:00Am.

—Muy divertido — me giré hacia todos los que se encontraban allí — ¿Quién fue?

Pero todos pretendieron que no estaba allí, sólo uno.

—De hecho, creo que es sexy que estés en libertad bajo fianza — Stewart se sentó en mi escritorio intentando denotar confianza.

En exceso, quizá.

Stewart era un compañero de trabajo que siempre había estado interesado por mi, no era mal hombre, pero simplemente no me interesaba. Desde que rompí con Tom el no se me había separado ni un segundo.

—Stewart, sal de mi escritorio — le dije sin mirarlo.

—Si, lo siento — se bajó de la mesa y se colocó detrás de mi.

Abrí mi cuaderno de investigación, volví a mirar la foto y resoplé fastidiada. Giré el asiento hacia él una vez más y me recosté completamente.

—Es ridículo que incluso me arrestaran en primer lugar. Quiero decir, ¿agredir a un oficial? debe ser una broma.

—Si, claro, dímelo a mi. Me ha pasado — yo sólo rodeé mis ojos y me giré nuevamente hacia mi pantalla — ¿Ya obtuviste algo en esa historia de suicidio?

—No.

Hubo silencio un segundo.

—¿Porque sabes lo que estaba pensando? — y ahí murió — Quizás deberíamos trabajar juntos en ello, como equipo. ¿Sabes? Estilo Woodward-Bernstein, si. De esa manera, puedes conseguirlo mucho más rápido. Además, nos daría tiempo para reconectarnos en nuestra relación.

—Stewart, no estamos en una relación — me giré hacia él nuevamente — Nos besamos una vez en la fiesta de Navidad. Estaba muy borracha y tenía el corazón roto. Me habría hasta besado con Terry — él soltó una carcajada ante mi comentario.

Pero yo no me reí.

—Espera, ¿te refieres a Terry el chico o Terry la chica?

—Exactamente — lo miré — Realmente no habría importado.

—Está bien, porque te besaste conmigo.

—Sí, lo hice — y entonces comenzaba a ver las consecuencias de aquello — De acuerdo, voy a ir al baño — me paré del asiento y desaparecí de su vista.

Fui al baño y me metí en uno de los cubículos.

Por supuesto que tenía información sobre el suicidio, simplemente que no iba a decirle al tonto de Stewart que si, ésta historia podría ser la mejor historia de todas y yo debía ser quién la entregara.

—Habla Jimmy — dijeron al otro lado de la línea.

—Jimmy, es _______ del Daily News.

—¿______? Oye, tenemos mucho tiempo sin hablar. ¿Dónde te has estado escondiendo?

El Cazarrecompensas (Tom Holland y tú) [En Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora