Proviene del verbo permutar, «Modificar el orden o colocación en las que estaban dos o más cosas», fue este el nombre designado para estos individuos de una categoría especial en comparación a la humana, así podremos identificarlos más fácil.
—Levántate chico, tenemos trabajo que hacer— Pateé al muchacho el cual estaba dormido reclinando su silla en dos patas y con sus piernas sobre el escritorio. Este cae por la fuerza del golpe.
Cae al suelo, y tras unos segundos de asimilar qué había pasado este se levanta lentamente ya que estaba estaba aturdido de la caída. Sobándose detrás de la cabeza para tratar se disipar el dolor del golpe. Ve a los lados para ver el culpable y me ve parado enfrente de el con los brazos cruzados y una expresión bastante furiosa en la cara.
—Oh, Martín, lo siento, ayer estuve ayudando a mi hijo con sus tareas y pues...— Lo interrumpí pasando a su lado tocando su hombro.
—¿Ahora a quedarse jugando vídeo juegos hasta tarde se le llama hacer tarea?— Pregunto arqueando una ceja. Sigo avanzando un poco y me detuve a unos cuantos pasos detrás de el—. Además Wil, tu no tienes hijos.
Seguí caminando, y tras unos pocos segundos de auto-humillación el decide seguirme. Llego a la puerta abriéndola tranquilamente para disponerme a salir de la comisaría y moverme hasta la patrulla. Wil cerró la puerta detrás de nosotros y se quedó un rato parado frente esta con la mano sobre las cejas tapando sus ojos de manera de la luz solar, intentando acostumbrarse rápido al cambio de iluminación.
—¿Es en serio?— pregunto arqueando una ceja y sin molestarme en disimular mi expresión de decepción total.
—Deja de quejarte— corrió como pudo a la patrulla tropezándose algunas veces con sus mismos pies, sin llegar a caerse. Abre la puerta con dificultad y algunos intentos fallidos pero logra entrar y ya estar dentro cierra la puerta de sopetón—. No me vengas con tus caras ahora.
—Debes ser más responsable, no puedes solo estar durmiendo esperando algo nuevo además que ya volviste a dejarte acumular el papeleo otra vez— Se hizo presente un verdadero todo de preocupación de mi parte, el chico era un excelente detective, pero su ética de trabajo no es su mayor fuerte.
—No te preocupes, ya lo arreglaré— Cómo era de esperar su desinterés fue total. Saca una caja de cigarros y toma uno para luego recostarse de la puerta un poco y abrir la ventana, ya que sabe que no me gusta ese olor—. ¿A dónde es hoy?
Pregunta sacando su encendedor y con el cigarro en su boca comienza el proceso de prenderlo.
—Uno de los sospechosos en el caso Mack Miller, fue visto entrando a un edificio abandonado, fue hace unos minutos, después que se examinara su sangre y se comparase con la encontrada en la víctima, se llegó a la conclusión de que era el culpable, si carga consigo el anillo de la víctima lo terminaría de acusar— Iba rápido por la calle, no me preocupa ya que tengo la sirena encendida para evitar alguna colisión.
—¿No era una información clasificada?— preguntó el chico tras aspirar en su cigarro.
—Si, supongo que podría ser una coincidencia, ¿No te parece?– Sugerí una respuesta lógica a la duda de mi compañero.
—Bueno, no pensemos en eso, solo sigamos con este caso.— Intentaba darme a entender que podría haber un soplón en la unidad, pero tiene razón, debemos abrir los ojos con la amenaza que tenemos de frente.
—Tiene razón, hagámoslo.– Aceleré más.
Después de unos pocos minutos tras la conversación, llegamos al sitio, pedimos refuerzos pero ya que no somos un departamento muy «popular» tardarían un rato en llegar, así que no queda otra.
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Salido de Punto
Mystery / ThrillerUna manera de ver las mentes humanas es seccionarla en partes... No demasiadas o podría ser peligroso, digamos que solo 3 de hecho, una parte buena, vamos a llamarla Alta; La parte consciente, llamada media; y claro está la parte mala, la baja. ¿Por...