09: Gio.

983 100 56
                                    

Vale, quizás han pasado días sin que os enteréis de mi increíble y fabulosa vida. Os resumo: el italiano y yo cada vez somos mas amigos y quizás cada vez me gusta algo más.

Vale, os he mentido.

No es que me guste algo, es que creo que me estoy pillando y muchísimo.

¿Lo peor de todo? Es que hoy no viene a clase, parece ser su maravillosa novia ha venido y me he enterado por Vic.

Que si, que ya me lo dijo él, pero me da igual, pienso montar el drama.

La odio. Bueno, no la conozco, pero sé que la voy a odiar en cuanto la vea.
Y quizás vaya ahora mismo de camino a un bar donde nos están esperando a Thomas, Vic y a mi.

Sigo sin saber que hago yendo, pero me han invitado.

¿Alguien puede inventarse alguna excusa creíble por mi?

Bajamos del metro y soy quien cada vez prefiere ir en el modo "doscientos de lentitud". Me sabe mal juzgarla sin conocerla, de verdad, pero es que se que no me va a caer bien porque quizás sienta envidia de ella, y si, es injusto que haga eso. O quizás me caiga bien y entonces será el doble de mal todo, básicamente porque me gusta su novio.

Suspiro y decido alcanzar a Thomas y Vic que me han adelantado. Los dos hablan de ella y lo cierto es que no hablan demasiado bien de esa chica. Al parecer no les cae muy bien pero fingen por su amigo, al igual que esa chica lo hace con ellos. Así que simplemente tienen una relación cordial aunque por las espaldas se dejen bien bonitos.

- ¿Y por qué me habéis invitado si es un reencuentro entre amigos? - pregunto tirando del brazo a Thomas. ¿Por qué el? Pues en primer lugar para que practique el castellano, y en segundo lugar, porque he descubierto que se le da fatal mentir y más si es en otro idioma.

- Porque eres amiga - dice rápido y no ha mentido, pero porque ha ido a lo fácil.

- Ya, pero habéis tenido un excesivo interés en que vaya - lo miro fijamente y veo como rápido desvía la mirada hacia la derecha y se rasca el brazo izquierdo. Está listo para soltar una mentira poco creíble o una verdad que le avergüenza.

- Me cae muy mal Gio y si vas montará drama innecesario y quizás se va ya de casa - bufa molesto y algo avergonzado por sincerarse. Vic le mira sorprendida y le manda callar.

Así que me están usando para cabrear a esa chica.

Son geniales.

- ¿Qué hay que hacer? - los dos se giran hacia mi regalándome una sonrisa maliciosa.

Se viene el cabrear a una italiana o quizás dos.

Les vemos sentados en una mesa. Ethan mira aburrido su teléfono, el italiano mira serio a la chica y la chica bueno, es preciosa. Mejor me doy la vuelta e ignoramos que deba molestarla.

Tomo aire y sigo al resto del grupo utilizando a Thomas para que me esconda. ¿Qué ha funcionado? Para nada. Damiano al verme ha sonreído pero la ha borrado en cuanto ha notado que su chica le estaba asesinando mentalmente.

Saludo a Ethan chocando los puños, no se porqué nos saludamos así, pero me hace gracia. Simplemente en aquella fiesta empezó a hacerlo y así se nos ha quedado.

- Hola - digo poniendo una enorme, y para nada, falsa sonrisa. Damiano se levanta y pasando la lengua por su labio inferior me da un corto abrazo.

- ¿Qué haces aquí? - pregunta aún sabiendo que somos las nuevas víctimas de un asesinato doble protagonizado por su novia.

- Me he encontrado con Vic y el biólogo perdidos por el campus y simplemente me han dicho: te vienes que hoy te invitamos a cerveza - miento sobre lo de las cervezas y los dos me miran mal, bueno, pues ya son tres personas que lo hacen. Pero ya que me he ofrecido para ayudarles que menos que me paguen por mis servicios.

Mamá, ¿te gustan los italianos? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora