Por el amor de los Bones

Capítulo 17 - Sorpresas

El lunes, Harry se despertó con un Jekyll descontento de pie junto a la cama con una carta levitando en el aire. Harry inmediatamente lo reconoció como un aullador y le dio un codazo a Amelia para que la despertara, sus ojos se agrandaron cuando notó el sobre formal de aceptación del duelo.

"¿Lo envió como un aullador? Qué inusual", dijo Amelia sentándose y frotándose los ojos.

"Si mueres, Alice estará muy disgustada", dijo Jekyll con el ceño fruncido antes de alejarse.

"Supongo que eso significa gachas de avena para el desayuno esta semana", dijo Amelia con una sonrisa. "Bueno, también podría terminar de una vez." Harry asintió y tocó el sobre que se abrió de golpe y llenó la habitación con el sonido de la risa de Rodulphus.

"Espero quitarle todo a ti, chico tonto. Acepto tus términos. El 28 de agosto, Bellatrix será mi segunda." Entonces la carta estalló en llamas.

"Estarás listo Harry; creo en ti", dijo Amelia en el silencio. Harry se volvió hacia ella y le dio un suave beso.

"Gracias, Melia", dijo mientras se levantaba de la cama, pero Amelia tiró de él para darle otro beso. Cuando ella se apartó, la besó en la frente y luego se levantó de la cama.

"Voy a enviarle una lechuza a Griphook para hacerle saber cuándo esperarnos y luego me encontraré contigo abajo para esa papilla", dijo Harry con una sonrisa descarada, aunque ambos sabían que era forzado.

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Después del desayuno, que en realidad era papilla como Amelia había predicho, se prepararon y se dirigieron al ministerio por la red flu. Harry le dio un suave apretón a la mano de Amelia antes de dirigirse al cuerpo de Auror para su entrenamiento con Moody.

Después de un rápido calentamiento, Moody hizo que Harry se batiera en duelo con cada Auror disponible. Para sorpresa de todos, excepto Moody, los venció a todos, pero al final se quedó tirado en el suelo completamente exhausto. Harry apreciaba los métodos de Moody, había aprendido mucho experimentando tantos estilos de lucha diferentes tan rápido, pero eso no significaba que tuviera que agradarle el hombre en ese momento.

"¿Tengo que hacer que su esposa venga a limpiarlo del piso?" Gruñó Moody. Algunos espectadores levantaron las cejas ante esto, pero nadie se atrevió a decir nada.

"No señor." Dijo Harry poniéndose de pie.

"Tus cadenas de hechizos eran mejores, y creo que tu improvisación es lo que te mantendrá con vida. No seas imprudente. El hecho de que conozcas los hechizos elegantes no significa que tengas que usarlos", dijo Moody.

"Sí, señor." Dijo Harry asintiendo.

"Ahora ve a las duchas, hueles tan mal que incluso un perro no te olfatearía el trasero". Dijo Moody mientras salía cojeando de la habitación. Harry puso los ojos en blanco, pero siguió el consejo de Moody y fue a tomar una ducha.

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Esa noche las pesadillas de Harry volvieron con toda su fuerza, y continuaron todas las noches después de eso. A veces ganaba el duelo y se quedaba parado allí, cubierto con la sangre de Rodolphus y todos lo miraban con disgusto. Cedric y Sirius sacudirían la cabeza con decepción, y Amelia huiría de él horrorizada y nunca volvería a hablar con él. Otras veces, perdería, y Amelia estaría gritando y llorando sobre su cuerpo sin vida cubierto de sangre mientras Bellatrix reía. Ambos sueños eran horribles y no podía decidir qué opción era peor ganar o perder. Cada noche se despertaba empapado en sudor y Amelia lo limpiaba mágicamente y luego lo acercaba. Ella le susurraría lo mucho que lo amaba,