Parte 6

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|______ Hurley|

No le tomó mucho encontrar un hotel en el centro de Atlantic City. Nos registramos y luego subimos por el ascensor hacia el piso indicado.

—¿"Este tipo me tiene secuestrada"? — rio — ¿En serio creíste que eso funcionaría?

—Pudo haber funcionado.

Me llevaba del brazo, casi como una niñita regañada, por todo el piso buscando la habitación.

—Claro que no, no había ni un 0,01% de probabilidad — continuó.

—¿Quieres callarte ya?

—¿Quieres dejar de quejarte?

—Lo haré en cuánto encuentres la maldita habitación.

No contestó, solo mantuvo esa sonrisa burlona y siguió caminando por un poco más hasta que se detuvo en seco enfrente de la puerta. La abrió con la tarjeta y me dejó pasar primero.

Caminé resignada dispuesta a seguir quejándome, pero al observar todo a mi alrededor tuve que quedarme en silencio para apreciarlo.

—Este lugar es lindo — admití.

—Sabes que siempre te doy lo mejor — lo miré alzando una ceja para luego bufar.

El acomodó todas sus cosas a un lado. Yo me fui hacia la ventana y le eché un vistazo al panorama.

Casi parecía todo tan tranquilo.

Pasó mucho rato en que ninguno de los dos habló. Tom estaba sentado en un sofá intentando contactar el servicio al cuarto mientras yo sólo resolvía ir al baño.

Después de un rato, mi celular comenzó a sonar, lo tomé, pero al ver de quién se trataba no contesté, simplemente volví a dejarlo allí en un gruñido.

—Ese novio Stewart que tienes es muy insistente — comentó.

¿Cómo lo sabe todo?

—Y a tu novia parece no importarle mucho porque no has recibido ni una llamada — contraataqué — ¿Qué crees que dirá cuando sepa que pasaste la noche con tu ex novia en una habitación de hotel?

—No le importará una vez nos estemos gastando los cinco mil dólares que me darán.

—Idiota — rodeé los ojos mirando hacia la ventana, pero volví mi vista a él inmediatamente  — ¿Y de entre todos tenías que ser tú? ¿No podía ser nadie más?

—Es un trabajo bien pago.

—No, lo aceptaste porque era yo — afirmé.

—Claro que no.

—Claro que si. No puedes superarme.

Iba a decirme algo, pero lo interrumpió un golpe en seco en la puerta. Así que sólo se paró, la abrió y entró con la comida tipo buffet.

—Aquí tienes — me extendió una copa.

—¿Qué es esto?

El Cazarrecompensas (Tom Holland y tú) [En Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora