Te olvidaste del olor de mi piel. [Annie y Armin]

[Capitulo 1]Soy solo un pintor

Armin un joven pintor, tratando de superar la muerte de su mejor amigo. De la trágica guerra y sucesos horribles vistos, eh incluso hechos por si mismo, siempre fue fan de el arte, del canto, instrumentos, pintura, creía en las vidas pasadas y próximas.

Ese pintor rubio, sensible y triste quería desahogarse en el arte, en sus lienzos había gritos, en su pintura había palabras ahogadas, en sus pinceles había dolor, en sus manos aun se sentía el calor de su alma. En el piso había tristeza escritas en cartas para sus amigos.

Se olvido de su voz, su cara, quería recordarla, volverla a ver, las lagrimas recorrían sus mejillas, sus ojos cristalinos, sollozaba guardando su furia.

-Necesito descansar- decía cansado sentándose en el borde de su cama, tapaba su cara frustrado, salió a su pequeño balcón.

Le gustaba observar a la gente pasando, con la esperanza de algún día encontrarla, ver su hermoso rostro, su cabello rubio, su perfecta figura, sus hermosos ojos azules.

Extrañaba verla, perderse en sus ojos, ver como su sonrisa solo se formaba con el, era como un niño enamorado, la amaba tanto, ese pequeño rubio quería entender sus decisiones.

Se perdió en sus pensamientos, el cielo estaba oscureciendo, al igual que sus ánimos. Se dirigió a su cocina, preparo algo básico, no tenia tanta hambre, se paso leyendo un rato, uno de sus libros favoritos no se cansaba, lo seguía sorprendiendo, aun si lo había leído 10 veces.

-Te olvidaste de mi mirada...- susurro cansado, escuchaba a lo lejos una canción, no sabia de que era, lo ignoro y durmió.

Despertó extrañamente feliz, desayuno, se dispuso a salir con su mochila la cual traía su libreta, lápices, dinero, y unas flores por si encontraba a su pequeño "Cielo".

Vestía un pantalón negro con cinturón, una camisa blanca y chaleco café, algo despeinado, y con algo de prisa. Todas las mañanas el tren pasaba a los 9:00 am. Ese tren traía gente de lugares cercanos ah donde vivía ya tenia la esperanza de encontrarla. Veía a todos salir, pero no ah ella, se le borraba poco a poco su sonrisa, así que se dispuso a regresar

Caminando saco su libreta y su lápiz, escribiendo cada día que pasaba, como se sentía al no verla aun.

Choco contra una persona haciendo que ambos cayeran al igual que sus cosas -Oh lo siento, fue mi culpa no fijarme- dijo Armin nervioso recogiendo sus cosas, no podía mirar hacia arriba, se avergonzaba

-Esta bien, no te preocupes- Mientras que ambos levantaban sus cosas una voz fría, femenina, le contesto. Sin mas que decir esta le dio la espalda y se alejo

El rubio ni siquiera le dio el tiempo de verla, solo vio como se alejaba, el había escuchado esa voz alguna vez de eso estaba seguro.

Regresaba a casa, compro un pastel, quería consentirse un poco. En esa repostería, se sentó a comerlo, saco sus cosas de su mochila se dio cuenta de que tenia una libreta, que no era de el.

Por un momento pensó que era una de las anteriores de dibujos que tenia, pero al abrirla vio que eran palabras, sentimientos y dolor, curioso empezó a leerlo.

"Te olvidaste de mi olor, de la suavidad de mi voz... de esos besos a escondidas, de las noches de placer, te olvidaste de lo lindo de amarme, de la historia que estábamos escribiendo, no quiero amar solo ilusiones, que agonía es de querer"

Sentía los mismo aquel chico, pero decidió dejarlo hasta ahí, no quería leer cosas que no le pertenecían, aunque ya lo haya echo.