CAPÍTULO 8 "GRACIAS"

21 5 0
                                    

-Estamos a nada de terminar la carrera, solo unos meses y ya. ¿Y después de eso qué? ¿No quieres un compañero... De vida?. -Preguntó mirándome fijamente.

-Los hombres que he conocido no son como en los cuentos de hadas... Es extraño, porque me gusta que me digan cosas románticas, pero no se si estoy lista para tener un novio.

-Yo sé que llegara alguien que te ame así como eres... Pero bueno, por ahora, debes cumplir tu promesa.

-Pero... Jamás podré nadar como tú. -Dije preocupada.

-Lo harás. Tú confía. -Sonrió.

Pongan play a la canción

Norman y yo nos pusimos de pie.
Me tomo de la mano y comenzamos a caminar por la arena.

En un momento se quito sus zapatos y yo hice lo mismo.
Me había puesto un traje de baño color rojo bajo mi vestido. Me dio un poco de inseguridad de quitarme el vestido, pero ¿Qué me podría decir?. Así que decidí quitarme el vestido y meterlo a mi mochila. Ambos dejamos nuestras mochilas ahí en la arena.

Norman me miró y se asombro.

-Caroline... Me dejas sin aliento. -Dijo acercándose a mí.

-Norman... Estas loco. -Reí.

Baje la mirada y vi una concha de mar, me agache y la tomé.
La limpie bien, tomé la mano de Norman y se la dí.

-Las conchas marinas significan protección. Física, mental y emocional. -Dije mirándolo fijamente.

Norman bajo la mirada y busco algo en la arena, encontró una concha y me la dio, igual a como yo se la di.

-Entonces. Yo haré lo mismo, pero no solo te protegerá la concha... Yo también lo haré.

Me acerque a abrazarlo. Mientras lo abrazaba sentí que acariciaba mi espalda. Y sentí una sensación en el estómago y también me sentía protegida en sus brazos.

Me separe de él y me agache y tome un poco de arena, para después lanzarsela en la cara.

Me miró asombrado y solté una risilla, entonces comencé a correr y Norman hizo lo mismo, e intentaba atraparme, pero no podía.
Corrí más rápido y de repente sentí agua en mis pies y me detuve de golpe.

Mire el mar y me agache.
Norman se acercó y tomó mi mano.

-Tienes que hacerlo. -Dijo en voz baja.

Lo mire con miedo y él me sonrió.

-Confía en mí. Te prometo que no te fallare.

Por un momento el pánico me invadió, pero ya no quería sentir miedo.
Sonreí y asentí.

Nos pusimos de pie y Norman hizo que me subiera en su espalda.

-No. Olvidalo. -Dije asustada. -Ya me arrepentí.

-Es demasiado tarde. -Dijo mientras caminaba al mar. -Solo abrázame fuerte y pase lo que pase no te vayas a soltar.

-Bien. -Dije nerviosa.

Mientras Norman caminaba, yo sentía poco a poco como el agua subía por mi cuerpo más y más.
Siguió caminando, hasta que el agua lo cubrió por completo y luego a mí.
Tomé aire y cerré los ojos con fuerza, los abrí y me deje llevar. Me solté de Norman y comencé a nadar.
Había olvidado lo bien que se sentía y me gustó.

Salí a la superficie y Norman igual, el cual me vio feliz.

-¡Lo logré!. -Grite feliz.

Me acerque a él y lo abrace con fuerza.

-Gracias Norman. -Dije sin soltarlo.

(...)
Nos habíamos sentado en el borde del mar y nos quedamos charlando un rato.

-Creeme que había olvidado por completo como se sentia. -Dije feliz.

-A mí me encanta nadar, por eso cuando te conocí no sabía porque odiaba tanto el agua, viviendo cerca de una playa.

-Fue un momento difícil que me marcó... -Dije cabizbaja.

-Puedes contarme si es lo que quieres.

-No creo que te interese. -Bufé.

-¿Por qué no? Tengo todo el día.

Lo mire por un segundo y sabía que podía confiar en él, así que tomé aire y hable.

-Esta bien, te lo voy a decir. Solo quiero que escuches con atención... Y que... No me juzgues. -Lo mire fijamente.

-A este punto ¿Crees que te voy a juzgar, o algo por el estilo?. -Frunció el ceño.

-Pues... No.

-Entonces. Confía en mí. -Tomó mis manos y les dio un beso.

Sonreí y entonces me decidí a hablar.

-Esta bien, escucha.

OCEAN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora