Rosada Luminiscencia | Cuentos cortos

Oscura, pero linda compañía

(Hace tres años)

Un 15 de mayo Catalina estaba especialmente deprimida, sus padres estaban ausentes ya que habían ido a una celebración noble de gran importancia, sus hermanos estaban con su madre y los mucamos estaban demasiado ocupados arreglando y decorando de la manera más hermosa y exquisita el castillo por el cumpleaños de la joven princesa, pues para todos esta se merecía mucho más en su día, pero no se percataban de que la jovencita se sentía sola.

Catalina no podía salir, debía estar lista para su fiesta especial donde acudiría el pueblo para observar su entrega de la espada real , espada la cual había usado su padre para derrotar a los asaltantes de su reino años atrás.

Se tumbó en su pequeño sillón que daba vista a la parte más linda de el jardín, llena de rosas y bugambilias que brillaban por el rocío de la mañana, suspiró y se resignó a pasar su especial día sin su claramente compañía especial, cerró los ojos y derramó una pequeña lágrima, estando a punto de dormir para olvidar; escuchó un golpe en la puerta, uno muy peculiar pues nadie golpeaba así más que su querido Crescend, pero... ¿Cómo? Se suponía que él y su otro hermano, Camille, estarían en el mundo humano, visitando con su madre algunas tiendas para la renovación de el hogar de los Elfeet.

-Puede pasar

Habló pero nadie abrió la puerta ni contestó, se levantó un poco contrariada, no quería ilusionarse con ideas falsas pero quizás había una pequeña probabilidad...

Se levantó de su sillón, intentando no tropezar con su larga bata blanca con grandes bombachos y encajes.

Abrió la puerta haciendo una reverencia como lo solía hacer.

-Me disculpo por estar en mis ropas de mañana, enseguida me pondré mi vestido de té.

-No creo que sea necesario que te lo pongas, así te ves muy linda Kitty

La chica inmediatamente se abalanzó sobre el esperado chico, importandole poco sus modales.

-Crescend...¿Por qué estás aquí? ¿No deberías estar con tu madre? Te meterás en problemas....

-Bueno...si es tanto así me regresa-

-¡No!....Digo umm...No, no regreses, quédate conmigo...por favor

La joven se aferró a las ropas de el ilegítimo segundo hijo, el chico esbozo una tierna sonrisa y entró a la habitación, cerrando con gentileza la puerta, llevó a la chica al sillón más grande y ambos se sentaron, la chica se separó de él y juntó sus piernas mirando hacia abajo.

-Pensé que te sentirías muy sola, mamá y papá no están, Camille y yo tampoco estaríamos y los mucamos están decorando con esmero, parece que estaba en lo cierto, fue una buena idea no ir con Christine

Catalina suspiró, sabía que a Crescend no le caía bien su propia madre, puso su mano encima de la de el chico y le sonrió de vuelta.

El chico pareció recordar algo al ver la hermosa cara de su preciada novia.

-Habías mencionado que te encantaba la forma en la que se veían los collares con cascabeles en los cuellos de los gatos, así que te compré este collar con cascabel...¡Felíz cumpleaños Catalina!

El jóven saco de su mochila una pequeña caja que estaba envuelta en moños de un rosa tan claro como los cabellos de la emocionada muchacha, misma que abrió la caja y se puso rápidamente el collar, yendo a su vestidor para verse en su magnífico espejo.

-¡¡Es tan hermoso!!.Crescend, ¿Crees que me veo bien?

El joven se levantó de el sillón y fue al vestidor, la abrazo por atrás y colocó su mentón en el hombro de la princesa, ambos observándose por medio de el espejo.

-Tu siempre te ves bien, te aseguro que usando la cosa más horrenda las harás ver preciosa

Catalina sonrió un poco sonrojada y dejo un improvisado beso en los labios de Crescend, embelesada por sus dulces labios casi pasa desapercibida esa oscuridad brillante reflejada en los ojos de Crescend, cada vez que veía ese extraño fenómeno en los ojos de su amado veía destrucción, oscuridad, muertes, separaciones, traiciones y sacrificios, por eso no fue nada raro que Catalina se separara de él con una brusquedad desconocida para el muchacho.

-Crescend tu... tu seguiste practicando magia negra, cierto? Lo veo en tus ojos, ellos te delatan, tu alama grita con dolor y desgarro, las puertas de este me lo han dicho, Crescend por favor...

El muchacho rápidamente se acercó para acobijarla en un abrazo, desconociendo a qué se refería con todo eso pero ver su cara de sufrimiento le causaba un mal augurio.

....

La hora ya había llegado, Catalina entró en la gigante habitación donde habitaba el silencio momentáneo, camino con paso firme hacia aquellos tronos donde se encontraban sus padres, el rey y la reina, el rey se levantó cuando la princesa en su traje de batalla se acercó, extendiendo su mano ante la espada que sostenía el rey, tomándola por el filo recitando su juramento.

-Por mi sangre derramada en esta espada acepto mi tarea como próxima reina y protectora de mi reino, hija y heredera de el héroe que salvo al reino de los habitantes de la lobreguez—  prosiguió —me paro ante ustedes, pueblo, para que atestigüen mi juramento.

El líquido carmesí comenzó a caer como un hilo por su brazo, el rey soltó la espada, en una demostración de fuerza y resistencia la princesa la sostuvo aún por el filo, con calma la tomó por el mango y la guardó en su funda sostenida por un cinturón.

Tiempo después todos celebraban la doble festividad, Catalina estaba llegando de cambiar su traje de batalla por un agraciado y delicado vestido rosado pastel, corrió con entusiasmo con su madre y padre, que tenían una montaña de regalos a su lado, muchos por parte de ellos, otros de el pueblo y de los ayudantes de el castillo, quizás algunos eran menos exuberantes que otros, pero eso no les quitaba importancia, todos los regalos fueron aceptados con gran amor por la princesa.

Al final, su día especial lo mantuvo con su compañía especial.

  

Ora si agregue mucho texto, nosecrean ;;-;, añadí un poco mas de texto para complementar el cuento, se veía muy pelón, ayno esta bn equis pero bueno.

garsias a @Crnmrvd x acompañarme a hacer correcciones :) 

bueno, a esperar otros 5 meses para una actualización c: