OBLIGADOS/ Fred Weasley

Ｃａｐíｔｕｌｏ 2

"𝘣𝘭𝘰𝘰𝘥 𝘱𝘢𝘤𝘵"

Pov Julieth Hathaway

Ya habían pasado un par de semanas desde que llegué a Londres, recibí mi carta para estudiar en Hogwarts y sigo hablando con la tía Eli.

Mis padres cada día están más raros y cuando les pregunto siempre cambian de tema o haciendo preguntas fuera de contexto.

Hoy me levanté como de costumbre, me duche y me puse algo ligero; un pantalón de mezclilla con un top rosado y una pequeña chamarra negra.

Cómo siempre, en las mañanas bajo a desayunar con mis padres y mi hermano, siempre que llegó me reciben con los sus sonrisas y su alegría.

Pero hoy era diferente, cuando llegué al comedor todo estaba tenso; mi madre tenía una pequeña preocupación en su rostro y bueno mi padre y Louis también pero el último, tenía un gesto de enojo.

- Buen día, ¿Pasa algo?. - pregunté preocupada mientras me sentaba.

- Hola cariño, buen día. Tranquila siéntate. - contesto mi madre.

- Buen día princesa, siéntate; todo está bien. - mi padre dijo.

Louis siquera contesto y la razón... Estaré por saberlo.

- Bueno, está bien. - respondí no muy convencida.

Empezamos a desayunar pero todo seguía igual, el ambiente estaba totalmente tenso, miradas entre mis padres.

Me tuve que armar de valor para preguntar que era lo que estaba pasando, estaba tan preocupada y a la vez enojada por qué no me decían nada.

- Bueno, creo que ya estuvo ¿no?. - dije irónica.- ¿Que es lo que está pasando?, Desde que empezó el desayuno no han dicho nada más que los buenos días, y no crean que no estoy viendo que desde hace rato están con sus miraditas. Recuerden que ya no soy una niña para que me oculten las cosas.  - dije ya irritada y enojada.

Mi padre se aclaró la garganta y habló. - princesa, hay algo que tenemos que hablar contigo; no sabemos cómo te lo tomarás pero es obvio que bien no es y ya que hablaste, ¿prometes escuchar para poder decirte?. -

Solo pude asentir, estaba tan preocupada por lo que tenían que decirme.

- Bueno ¿creo qué haz escuchado sobre la familia Weasley?.  - preguntó

- Sí - dije apenas en un susurro.

- Bueno... como sabes, nosotros convivíamos con la familia Weasley y éramos cercanos, gracias a que conocí a Arthur y tu madre a Molly, éramos muy amigos en los tiempos en Hogwarts. - hizo una pausa y continúo. - tuvimos una pequeña discusión y por eso nos distanciamos, pero obvio seguimos hablando; no tanto como antes pero si lo suficiente. - lo interrumpí.

- Bueno, y a todo esto ¿Qué tiene que ver la familia Weasley aquí? .- reí sarcástica.

- Resulta que cuando hablábamos, hicimos un pacto de sangre, yo estaba embarazada de tí, ya estabas por nacer y Louis tenía 2 años . - continúo mi madre llorando - Bueno... El pacto de sangre es a que uno de nuestros hijos se casaría, Louis no podía ya que ellos tienen puros niños y su única hija es la pequeña Ginny. Por ende en nuestra familia, tu eres la única que puede casarse con uno de sus hijos. - dijo viéndome con los ojos llenos de lágrimas.

Yo no respondí, mantuve mi cabeza agachada y con lágrimas en los ojos. Por qué ¿Casarme?, Jamás lo pensé y menos a tan temprana edad.
Ninguna palabra salía de mi boca, estaba en shock.

- ¿Có... Cómo que casarme? .- pregunté llorando - Acaso ¿No pensaron en mi maldita felicidad?, Si saben que tengo 15 malditos años y que tener que casarme a temprana edad es un maldito infierno, además de que no conozco a ningún hijo de los señores Weasley!! . - grité.

- Lo sabemos hija, no sabíamos lo que hacíamos... pero después de darnos cuenta de ese error tratamos de buscar cómo romperlo pero a pesar de eso, no encontramos una solución. - dijo mi padre.

- De acuerdo, por eso es que me vine a Londres ¿no es así?. - pregunté pero antes de que contestara continúe. - haré esto para poder salvarlos de una muerte, aceptaré el pacto. Avísenle a los señores Weasley, pero no crean que estoy contenta con esto. -.
- Y sin más que decir, me retiro. Que tengan al menos un buen día, por qué el mío es una mierda y así será por el resto de mi vida. - dije levantando me de la mesa y secando mis las lágrimas.

No podía creerlo, me fui directo a mi habitación y llegando me fui a la cama y llore como nunca lo había hecho. Mis padres me habían arruinado mi vida, casarme con alguien a quien no conozco era lo peor de mi vida. Tuve que aceptar porque a pesar de todo, sin mis padres no soy nada, y no me perdonaría que murieran por mi culpa.

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