Capítulo único

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Todos los héroes se encontraban reunidos en el cartel de Karmaland, hablando tranquilamente sobre la misión de la que acababan de regresar, una bastante fácil por cierto, saliendo casi ninguno herido, siendo los que sí, cosas no muy graves.

-Tenemos que celebrar nuestra victoria, ¿no?- empezó Auron.

-Bueno, podemos hacer una pequeña reunión en mi casa- ofreció Vegetta, arrepintiéndose al ver las caras traviesas de sus compañeros.

-¡Fiesta en casa de Vegetta!

-Es solo una reunión tontitos, no es una fiesta.

-¡¡Fiesta en casa de Vegettaaaaa!!

El de ojos amatistas suspiró, negando con su cabeza, fingiendo estar molesto con el comportamiento de sus compañeros, aunque realmente a él también le encantaban las fiestas que celebraban en su mansión.

-Ok, pero, nada muy alocado, ¿entendido?

Todos asintieron antes de separarse para comprar todo lo necesario para la fiesta, quedando en encontrarse en la casa del amante del morado dentro de dos horas.

(...)

8 p.m.

Habían pasado las dos horas acordadas y ahora los héroes se encontraban llegando a la casa de Samuel, el cuál simplemente se encontraba sacando unos cuantos aperitivos y sirviendo el ponche que había preparado hacia apenas unos 10 minutos atrás.

Todos traían diferentes aperitivos y bebidas (sobretodo alcohólicas ya que sabían que Vegetta no haría el ponche que había prometido hacer con alcohol), además que habían invitado a varios aldeanos del pueblo, corriéndose finalmente el rumor y viniendo casi todo Karmaland a la fiesta.

La casa se había llenado casi por completo, costando casi caminar por el jardín, en el cual se celebraba la fiesta principal, siendo dentro de la mansión una "pequeña" fiesta privada para los héroes de Karmaland en exclusiva.

10 p.m.

Al principio todos habían tomado con responsabilidad, estando todos alerta y conscientes, hablando en un volumen normal a la par que bailaban y hablaban entre ellos, pero, tras un par de horas, todo se había salido de control.

Todos se encontraban completamente borrachos, siendo los que menos lo estaban Luzu y Vegetta, los cuales simplemente hablaban tranquilamente entre ellos con una copa de Vinito Barato de Luzu en la mano, aunque eso no significaba que estuvieran completamente conscientes de sus movimientos.

Mientras estos hablaban los demás se encontraban bailando en el medio del salón, estando Fargan y Alexby encima de los sofás como si solamente existieran ellos dos en el mundo, cantando la canción que sonaba por la casa a todo pulmón.

Fargan movió sus alas golpeando un jarrón y tirándolo al suelo, rompiéndose este en mil pedazos, riéndose el híbrido de búho y el comisario de policía sin control a la par que Vegetta al ver esto se tomaba el resto de su vino de un trago, tratando de ignorar la voz dentro de él que decía que matara a esos dos tontitos.

El amante de Star Wars bajó del sofá, acercándose a la barra y sirviéndose otro vaso de vodka marca Volkov ( 😉 ), sintiendo como unos fuertes brazos lo rodeaban por la cadera, girándose de inmediato para ver de quien se trataba.

-¿Fargan? ¿Qué haces?- preguntó Alex sonrojándose al ver como sus respiraciones chocaban.

-Verte de cerca- contestó el de ojos amarillentos observando todas sus facciones, quedándose su mirada pegada en los labios del más bajo de estatura.

-Pues puedes verme, pero de lejos David - soltó el menor, llenando la sala con una risa nerviosa al ver como su compañero se acercaba cada vez más a sus labios - Fargan... Aléjate, por favor. Última vez que te lo advierto, ¡aléjate o te voy a...!

Fiesta en casa de Vegetta / One-Shot / LuzulitoplayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora