Capítulo 11: Zitti E Buoni

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E buonasera, signore e signori, fuori gli attori

(Y buenas noches, señoras y señores, fuera los actores)

Luna:

- Y eso es todo. - Terminé de contarle.

- Uf, tía, qué putada. - Respondió Casey haciendo una mueca. - ¿Y qué vas a hacer? ¿Decírselo a tu padre?

- No lo sé.

Miré por la ventana y me dejé llevar por mis pensamientos. ¿Iba a decírselo a Abraham? Él no se merecía eso, quizás debería hacerlo.

- ¿Tú qué harías si fueras yo?

Casey suspiró y se recostó en el asiento.

- Decírselo.

- ¿De verdad?

Ella asintió.

- ¿Por qué no quieres hacerlo?

- Sólo me queda un año viviendo en casa de mis padres y ya hay drama suficiente, no quiero que haya aún más estando yo en esa casa de locos.

- Ya, pero piensa en tu padre.

- Le daría igual. - La miré. - Él tampoco ama a Claire.

- Pues esto es una razón más para separarse.

Suspiré y seguí pensando en qué hacer cuando recibí un mensaje.

Jake

Mira el tik tok q t
mandé

Sisomos jajaajjaja

Sonreí inconscientemente.

- ¿Qué pasa?

- Es mi hermano, voy a ir a hablar con él.

- ¿Quieres que vaya contigo?

- No hace falta, sólo le contaré lo que te he contado a ti.

- Entonces ten el móvil cerca y respóndeme a los mensajes, ¿Vale?

Asentí y la abracé con todas mis fuerzas.

- Gracias, Cass.

- Hasta mañana. - Se despidió sonriendo.

La vi trotar por su jardín hasta la puerta de su casa, donde su padre le abrió la puerta antes de que ella tocara. La abrazó por los hombros e hizo un comentario que la hizo reír.
Inevitablemente pensé en qué debería haber hecho para tener una relación tan buena con mis padres.

Salí de mis pensamientos cuando ambos me saludaron con la mano, así que les devolví el saludo sonriendo y arranqué el coche.

Al llegar a la calle donde vivía mi hermano, aparqué lo más cerca de su apartamento que pude y salí del coche. No había señales de que estuviera en casa, sin embargo, llamé al timbre y esperé pacientemente a que contestara.

Unos segundos después, mi paciencia se agotó y comencé a llamar al timbre como una desquiciada hasta que escuché a mi hermano gritar: "¡Voy, joder!

Cuando abrió la puerta, estaba despeinado y poniéndose una camiseta azul con el dibujo de un perro extraño.

- ¿Qué es eso? - Pregunté espantada.

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