La ultima historia (de amor) del mundo

El inicio

Mia Rodríguez, bueno, Ana Rodríguez, pero Ana era una parte de mi vida que relacionaba con momentos muy infelices en mi vida, casi me había matado intentar cumplir con las expectativas que Ana había creado, la doctora Ana, todos teniendo expectativas siempre altas, siempre inalcanzables. Ya me había cansado de intentar cumplir con todas esas expectativas, yo ya había dejado de ser Ana, ahora sería Mia, ahora sería feliz o eso había pensado cuando decidí huir.

Estaba sentada frente a mi laptop terminando de corregir los últimos detalles de los beats, sabía que sería un éxito, incluso si nadie conocía al que la iba a interpretar, estas pistas, estos tracks, eran oro puro.

Aparté la vista de mi laptop y la dirigí hacía la ventana del avión, las nubes, la calidez de los colores del atardecer, me inspiraban tanta paz, una sensación de confianza y esperanza al futuro que me esperaba en Miami.

Todavía me costaba creer que finalmente estaba lográndolo, finalmente viviría mi sueño, me había costado tanto, había peleado con uñas y dientes, pero finalmente había logrado deshacerme de mi pasado, de los años de desdicha, de los años de intentar convertirme en alguien que realmente no era, y finalmente, lo había logrado; había tenido tanto miedo, yo no tenía nada, yo no era nadie, pero tenia un sueño, y cuando amas algo, lo haces tan bien que no solo tú eres capaz de ver lo bueno que es lo que haces, sino que otros también lo ven.

"Buenas tardes pasajeros del vuelo 1011, gracias por volar con Avianca Airlines, les saluda su capitán, actualmente son las 6 pm en la ciudad de Miami, con una temperatura de 78 ºF, estamos a punto de aterrizar, le pedimos que abroche su cinturón, guarde cualquier dispositivo electrónico y acomode su asiento, muchas gracias por volar con Avianca"

Guardé mi laptop, y saqué mi móvil, para notar un mensaje de "Noah"

"Espero hayas llegado bien, te espero en la dirección acordada mañana a las 4 pm"

Respondí sin prisa un simple "Bien"

Sentía mariposas en el estómago, no del tipo de mariposas de cuando estás enamorada, sino mariposas de emoción, anticipación, nervios buenos(?

El avión aterrizó 15 minutos después y 30 minutos mas tarde, ya me encontraba en el hotel desempacando.

"Fuaaaa, pero que lujo" pensé cuando entré por primera ver en la Suite del hotel, era una habitación amplia, de color neutros claros, moderno, y lujoso, vaya hasta tenía un Jacuzzi!

Me recosté en la amplia cama y suspiré, sentía una mezcla de emociones, ahora no solo era emoción, sentí algo de preocupación. Esto era muy bueno para ser verdad... esto era muy bueno para ser verdad

Si algo es muy bueno para ser verdad, probablemente lo sea, pensó la Mía racional

Y entonces empecé a angustiarme, todo mi cuerpo se tensó y me puse de pie de un salto y empecé a caminar con nerviosismo, ¿Qué tal si todo esto era una especie de elaborada red de trata de blancas? ¿Qué tal si en realidad era Noah era un asesino serial?

No, cálmate, los asesinos en serie no van dándole a sus victimas $ 8.000 dólares y una lujosa suite de hotel, me volví a sentar en el borde de la cama.

Ocho mil dólares, todavía me costaba creer, a veces tenía que revisar mi cuenta bancaría para asegurarme que el dinero estaba ahí, que no se había ido, bueno, no todo, ya que de ahí había tenido que sacar para pagar el boleto de avión, gracias al cielo la suite no, estaba segura que una noche en esa suite costaría por lo menos la mitad de todo el dinero; pero no, esa suite la había pagado Noah.

¿Quién era Noah se preguntarán, que haces en Miami yendo al encuentro de un completo desconocido?

Bien, te explico, hacia mas de 1 año me había mudado a Los Ángeles en busca de mi sueño, hacer música, si bueno, suena cliché no? El mundo de la música estaba abarrotado de músicos, de todos los colores y sabores, qué era yo una novata, inexperta y sobre todo una MUJER en esta industria