Capítulo 7: Eres mío

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El anciano sintió algo caliente en su abdomen, luego un fuerte dolor, como si fuera atravesado, y lo último que escuchó antes de caer fue una melódica voz diciéndole:

Muere.

—Listo, una basura menos—exclamó Aiden satisfecho, sacó su brazo del cuerpo del anciano y este se desplomó, como un trozo de carne.

Todos estaban impactados y en shock por lo que acababan de presenciar. Y más aun porque fue...Aiden.

Los guardias se pusieron alerta y apuntaron sus armas hacia él, esperando órdenes del rey.

Y John, quién aún estaba atado, lo miró con angustia y sorpresa, pero Aiden le sonrió y dijo en voz alta:

—¿Enserio creyeron que este hombre hizo algo tan atroz? ¿vieron el estado del cadáver? Estaba despedazado...en verdad son estúpidos.

Los guardias lo observaban con total atención, y al escuchar sus palabras un extraño escalofrío les recorrió todo el cuerpo, como si algo les advirtiera que no se acercarán si querían seguir viviendo.

—Aiden, ¿qué demonios...? —exclamó alguien de la corte real.

—Fui yo quién mató al bastardo de Luck y dejó ese botón en la habitación, quería saber que tan estúpidos eran como para inculpar a este tipo—se burló con una expresión maliciosa, y al sonreír sus colmillos se volvieron más notables.

—¿Quién eres? ¿y por qué haces esto? —preguntó el rey.

—Usted es bueno Tristán, así que no morirá hoy—sonrió y miró a los hombres que estaban a su lado derecho—pero ellos no son buenos ....

—Eres un monstruo—exclamó asustado uno de ellos.

—Así es, lo soy, y creo que saben qué tipo de monstruo, uno que...le gusta la sangre—suspiró con placer y sus ojos se tornaron rojos—Seguramente creían que mi existencia sólo eran cuentos, leyendas, o que estábamos escondidos en la oscuridad, lejos de ustedes, pero como ven, estamos más cerca de lo que creen.

—¿Qué es lo que quieres? —interrogó molesto uno de los más importantes de la corte—Nosotros nunca te hemos hecho algo malo, nosotros somos personas de bien...

Pero la risa malvada de Aiden lo interrumpió, resonando en la inmensa habitación.

—Ambos somos monstruos, aunque de diferente manera. Yo mató por dos razones, para comer y por ira, mi alma posee una ira desbordante e insaciable, y cuando alguien o algo me provoca ira, lo aniquilo—dijo con un tono imponente, diciendo la última palabra muy despacio—Ustedes son unos hijos de puta, la peor escoria, la mierda más fétida que puede haber. No me hables sobre lo "buenos" que son ustedes, me da asco de sólo escuchar semejante mentira.

—¿A qué se refiere? —la expresión del rey se agravió y sus cejas se tensaron.

—John tenía razón, hay demasiadas ratas corruptas en el castillo, abusan de su poder y hacen lo que quieren con el pueblo. Ya estoy cansado de todo esto, ya he visto suficiente—dijo enfadado y miró al rey—Al menos usted no lo es, de hecho, es un buen rey. Un poco ingenuo, pero lo es. Sin embargo, aunque presente pruebas y esas cosas ellos podrían salir impunes. No soy tan paciente, además, no creo poder controlar mi ira mucho tiempo, así que haré mi propia justicia.

—¿Por eso devoraste a Luck, sucia bestia? —exclamó otro de la corte.

—¿Que? Claro que no, jamás me comería a alguien tan feo, su sangre es asquerosa—sonrió con alegría y si expresión se suavizó—Pero sí devoré a alguien recientemente, era tan delicioso en todos los sentidos. Él era fuerte y hermoso, su sangre es la más preciosa y exquisita que jamás haya comido. Y esa persona hubiera querido que los matara...

El vampiro seductor y su cruel cazador© ✓ |Gay|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora