El poder de la confianza: Sesshomaru y Rin

Capítulo 51: Ese día.

Comencemos...

Algunas semanas habían pasado desde que Dai estaba dirigiendo la construcción de la cerca para delimitar los terrenos del bosque con los humanos. Afortunadamente los terratenientes aceptaron los términos y parecían ser muy amistosos con Dai. La hora de empezar a plantar los bambús había llegado y la presencia de Asagiri para hacerlos crecer más rápido sería necesaria. Rin estaba muy entusiasmada porque justo como le prometió Sesshomaru podría ir ahí para ver como estaba quedando todo. Lista para ir allá, Rin se puso una yukata cómoda pero muy elegante. Se recogió su cabello con una horquilla también. Al parecer Kagome e Inuyasha estarían ahí porque crearían la barrera espiritual. En la habitación de la pareja Rin se daba los últimos retoques.

Sesshomaru: Te ves muy emocionada por ir. - Dijó entrando por el balcón.

Rin: Lo estoy, realmente me emociona ver como va todo. ¿Y sabe que es lo mejor? La aldea a la que iremos está muy cerca de donde vive el señor Jinenji.

Sesshomaru: Es el hibrido que me habías contando antes ¿no? - De brazos cruzados viéndola atento.

Rin: Si, la verdad me daría gusto verlo, tengo tiempo que no lo visito. Aunque siempre está ocupado ayudando a los demás.

Sesshomaru: Pasaremos todo el día allá si es necesario. - Eso sorprendió a la jovencita.

Rin: ¿Significa que va acompañarme? - No podía ocultar su felicidad.

Sesshomaru: No pienso dejarte sola. - Se acercó para acariciar su mejilla.

Rin: Eso es muy lindo y considerado de su parte... Por eso lo amo tanto. - Se paró de puntitas para darle un beso tierno.

Obviamente él la ayudó agachándose un poco y correspondiendo ese beso.

Sesshomaru: ¿Lista? - Preguntó sosteniendo la mano de su esposa.

Rin: Si, Señor Sesshomaru. - Sonriendo a más no poder se fue caminando del brazo del demonio.

Cerca de los establos los esperaban Ah-Un, Jaken, Asagiri y Dai.

Jaken: ¡Amo Sesshomaru! ¡Rin! - Contento el pequeño Kappa los saludaba desde lejos en cuanto los divisó.

No perdió tiempo y fue corriendo para recibirlos primero que todos.

Jaken: Amo bonito, ya preparé a Ah-Un para el viaje. Yo iré con Dai y Asa en el carruaje con los demás que van a bajar.

Rin: Gracias, Señor Jaken. Es usted muy amable.

Sesshomaru: Ya están preparados todos ¿verdad? - Autoritario analizaba la situación.

Jaken: Si, tanto los jardineros como los soldados de Dai están allá terminando lo último.

El Daiyokai asintió y continuó caminando con Rin. Con cuidado la sujetó de la cintura y la montó sobre el dragón de dos cabezas. Asagiri saludaba a Rin desde lejos, Dai también hizó lo mismo. Antes de que Sesshomaru se subiera fue con Dai para preguntarle algo sin que Rin escuchara.

Sesshomaru: ¿Es seguro? - No quería ser desconfiado, pero era una aldea que Rin no conocía y no quería que la trataran mal por ser esposa de un demonio.

Dai: Lo es, todos los humanos de ahí están muy acostumbrados a nosotros ya. - Respondió rápido la pregunta. Él mismo convivía mucho con los niños de esa aldea.

Sesshomaru: De acuerdo. - Con su duda despejada, regresó donde estaba Rin para montar Ah-Un.

Todos listos para partir se fueron cada quien por su lado. La más feliz era Rin porque tenía tiempo que no viajaba con su Señor, eso le hacía mucha ilusión. Volando sobre su fiel compañero el dragón de dos cabezas, llegaron a la pintoresca aldea. Desde arriba se podían distinguir a cierta pareja. Kagome parecía estar rezando y purificando la cerca que mandó a construir Dai. Mientras que Inuyasha ayudaba algunos ancianos. En cuanto Rin los alcanzó a ver se emocionó más de lo que ya estaba. Despegando cerca de la sacerdotisa, Rin estaba impaciente por bajar, de un gran salto bajó y lo primero que hizó fue saludar a Kagome, quien ya tenía los brazos extendidos. Después se acercó Inuyasha mirando a su hermano con la ceja levantada. Sesshomaru lo miraba con su típica expresión monótona.