Diferente, eso era Hoseok. Él y su hermano querían llevar una vida "Normal", pero en vez de eso tenían que batallar para poder sobrevivir en un mundo donde los sanadores como ellos eran codiciados por sus habilidades.
-Cariño, debes descansar- Suplicó Siwon a su esposo. Desde el secuestro de Taehyung la condición del alfa no era buena, tenía constantes mareos y dolor de pecho. Intentó esconder sus síntomas para no cargar a su familia con una preocupación que creyó innecesaria y que luego le sacó factura, pues, aunque quiso mantenerse fuerte y ser de ayuda, su corazón no lo soportó, tuvo un preinfarto y ahora se hallaba internado en el hospital.
-Soy un alfa tan inútil- Sollozó Donghae. -Mi nieta y mi hijo están en peligro y yo estoy aquí en esta maldita cama- Intentó contener su llanto, pero fue inútil. Era tanto el dolor y la impotencia que se rompió ante la destrozada mirada de su pareja. -¡Mi bebé, Siwon! Otra vez le he fallado a mi bebé. Soy un padre tan incompetente, un pésimo amigo. No me cabe duda que si muriera en este instante y me encontrara con Ah Ra y Seo Joon me patearían el trasero por no cuidar bien de Tae y Hobi.
-¿Pero qué demonios estás diciendo?- La repentina llegada de Taehyung hizo que los dos alfas limpiaran rápida y torpemente sus lágrimas. -Señor Lee Donghae- Dijo el omega acercándose a la camilla y tomándolo de las manos. – Es usted el mejor padre del mundo y lo mismo va para usted señor Siwon. Son las personas más excepcionales que conozco y sé que mis padres biológicos pensaran lo mismo, así que, dejen de decir tonterías, nada de lo que está pasando es culpa de ustedes.
-Cariño- Siwon se acercó a Tae para abrazarlo, siendo correspondido. El pequeño omega enterró su nariz en el cuello de su padre como lo hacía desde que era pequeño y se sentía triste.
-¿Necesitas mimos?- Preguntó Donghae sabiendo la respuesta y haciendo espacio en la camilla para que su hijo se recostara junto a él. Tae no dudó ni un momento en subirse allí, estaba completamente destrozado por la pérdida de su hija y también estaba muy enojado con Jungkook por lo que había hecho. Sin embargo, en este momento se tragaría toda esa amarga mezcla de sentimientos que tenía y se dedicaría a recibir todo el amor que sus padres le estaban dando y es que él sabía que los alfas la estaban pasando mal y tenía miedo de perderlos a ellos también.
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Era la primera vez que Moonbyul veía a Jungkook de esa manera, toda su aura inspiraba miedo, pero quien podría juzgarlo si justo ahora a quienes estaba moliendo a golpes era a los aliados de Blood Moon, responsables indirectos de la desaparición de su hija.
-Ya es suficiente JungKook, ese tipo ya está muerto- Solo en ese instante Jungkook se detuvo. -Ya tenemos nombres y ubicaciones, debemos movernos rápidamente si queremos cazar a esos malnacidos. Pero para eso necesitamos ir a la manada Storm, necesitamos refuerzos.
-¿Comenzaremos la limpieza por la manada Lunar?- El alfa quería comenzar por allí, muchos de los nombres que habían obtenido pertenecían a miembros de su propia manada y eso lo tenía furioso, quería matarlos porque gracias a esos personajes Blood Moon siempre estuvo un paso por delante.
