Apenas aparcamos el auto, salimos corriendo al callejón donde todos habíamos llegado.
Y por supuesto éramos los únicos, Cinco sacó el maletín de un contendor de basura y yo me paré en la esquina para ver si alguno de nuestros hermanos llegaba, entonces fue cuando vi a Luther corriendo hacia nuestra dirección.
- Vamos, rápido-
Lo llevé a donde estaba Cinco y parecía bastante impactado de que no estuviera nadie mas que nosotros tres.
- ¿Qu- ¿Dónde están todos?-
- Eres el primero -
Justo después de que Cinco le dijera eso a Luther, Klaus llegó corriendo en zig zag, gritando que lo habían logrado.
-¿ Por qué hablas en plural?-
Cinco me quitó las palabras de la boca.
Klaus no se veía bien, estaba algo pálido y sudando a mares, ni siquiera se había dado cuenta que estaba allí con ellos, es más, parecía que estaba peleando consigo mismo.
- Creo que va a-
Ni siquiera pude terminar la oración, pues Klaus se dio la vuelta y vomitó hasta el alma.
- No puedo creer que tu estas aquí -
Luther señaló a Klaus con algo de desprecio.
- Quedan 8 minutos -
Cinco le hecho un vistazo a su reloj.
- Klaus ¿Estas bien? -
Me arrodillé a su lado donde no estaba el vomito.
- Tuve el sueño más extraño -
Se sentó y me abrazó apunto de llorar, aun parecía no darse cuenta que era yo, así que solo me tocaba tratar de calmarlo.
- ¿¡Donde están los demás!? -
Cinco no dejaba de ver el reloj que cada segundo nos iba recortando el tiempo y la oportunidad de volver.
Klaus paró de balbucear su sueño y se levantó de golpe, alejándose de mi.
- Por favor, les ruego que me digan que ustedes también pueden ver a Cero -
- Está bien Klaus, soy yo, en carne y hueso -
Me levanté sacudiendo el uniformé, Klaus se acercó otra vez y me volvió a abrazar levantándome del suelo, dando un par de vueltas en su lugar.
- No puede ser, Cero, no sabes cuanto te extrañe -
Ahora no solo Klaus estaba al borde del llanto.
- También te extrañé muchísimo hermanito -
Mientras Klaus me bajaba de nuevo, sostuve su rostro entre mis manos.
- ¿Ves? Te dije que estaría siempre contigo -
Me volvió a estrujar entre sus brazos, y yo claro que hice exactamente lo mismo.
- Solo queda un minuto -
Luther azotó su puño contra el bote de basura.
- Era una simple tarea, solo tenían que estar aquí, no enfrentar un monstruo gigante, ni un ejercito. Nein-
Cinco estaba igual de histérico y enojado.
- Lo teníamos servido en bandeja de plata -
En cuanto Klaus se separó de mi, llevó sus manos a su cabeza, haciendo una mueca adolorido.
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El diario de Cero.H Vol. 2
Hayran KurguVamos a ponernos al corriente. Después de que mi familia se fuera, me quedé en el apocalipsis esperando mi final, pero de una forma extraña logré viajar en el tiempo llegando al año 1960. Ahora lo que quería era encontrar la forma de volver al 2019...