Una hora. Desde esa última orden, sólo bastó una hora.
Ese fue tiempo que los soldados de la corporación Olympus resistieron frente a Psi. Pasado ese tiempo, los soldados de la corporación se vieron obligados a retirarse del valle en donde estaba la sede de la FALE, con apenas suficientes soldados que podían caminar para cargar a los heridos, con un último tanque que pudo sobrevivir de alguna forma y los pocos vehículos que transportaban los equipos de comunicaciones y al capitán de los soldados.
Los líderes de la FALE no se habían despegado de la ventana de la sala de reuniones, observando todo lo que pasaba enfrente de la sede. El único que no estaba mirando por la ventana era Haruo, que, al final se había quedado dormido en su silla con la cabeza colgando sobre el hombro.
-Ese malnacido de Haruo. ¡Qué alguien le despierte!
Lee no esperó a que lo dijeran dos veces. La representante coreana se acercó a Haruo para despertarle.
-Haruo, vamos despierta. Todo ha acabado.
Haruo se movió un poco en su asiento, como alguien que está realmente a gusto en su sueño, pero al final se despertó. Movió la cabeza un poco en círculos para relajar los músculos del cuello por haber dormido en una postura un poco incómoda y entonces buscó sus gafas sobre la mesa a tientas con los ojos todavía cerrados.
Cuando las encontró se las puso y se levantó de su silla para ir a mirar por a ventana en donde estaban el resto de los líderes.
- ¿Ha sido un buen espectáculo?
- ¡Deja de bromear! ¿Por qué uno de los Guerreros del Olimpo lucha en nuestro bando?
Los demás líderes no dejaron de lanzar preguntas a Haruo, pero este sólo mantuvo la mirada fija a través de la ventana hasta que pudo contestar. La verdad era que, la pequeña zona de batalla que había sido al entra de la sede de la FALE podía contar una gran historia con todas las zonas dañadas por explosiones, con todas las balas que estaban desperdigadas y con todas las huellas que llenaban el camino.
Aún quedaban algunos solados de la FALE recogiendo lo que había quedado tras la batalla. Entre ellos estaba Psi, con la guardia en alto por si quedaba algún soldado de la corporación cerca.
-Mis queridos señores, mis queridas señoras. Ese Guerrero del Olimpo que está ahí abajo, es Psi. -dijo Haruo tocando el cristal de la ventana con un dedo. -Lleva trabajando para nosotros algún tiempo bajo mi mando y es a él al que deben agradecer que supiéramos lo que la corporación Olympus ha estado haciendo estos meses de atrás.
- ¡No importa para quien ha estado trabajando! ¡Has estado compartiendo información a nuestras espaldas con el enemigo, Haruo Fukugawa, y eso se paga caro!
- ¿Compartiendo información con el enemigo? -Haruo se giró hacia el resto de los líderes de la FALE. -Por lo que sabemos, la corporación no ha sabido en ningún momento nada de nuestras actividades. De cualquier otra forma, hubiéramos encontrado refuerzos enemigos en los puntos que hemos podido recuperar. Esta es una guerra en la que tenemos que usar cualquier movimiento para ganar, incluso si eso significa usar las armas del enemigo
Un silencio sepulcral siguió a las palabras de Haruo. El representante japonés se alejó de la ventana, frotándose le dolorido cuello. Mientras Haruo se dirigía hacia la salida de la sala de reuniones, los protocolos de seguridad se desactivaban y el resto de los líderes no dejaban de mirarse los unos a los otros, intentado digerir las palabras del Haruo.
Ajena a los ojos de los líderes, Lee no había perdido de vista a Haruo desde que admitió reconocer al salvador de la FALE. Con los brazos cruzados delate suya, una pequeña sonrisa se le dibujó en la cara.
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Olympus
FantasyEl día en que la última gota de petróleo fue extraída marcó el comienzo de una gran crisis sin precedentes. Ahora, con la última bolsa de gas natural bajo el poder de la corporación Olympus, el mundo tiene que buscar formas de sobrevivir a la escase...