Tenia frío y hambre, no sabia que hacer, definitivamente estaba perdido, seguí corriendo hasta que pude ver algo moverse entre unas ramas, paré en seco y me escondí detrás de un árbol, segundo después apareció un conejo, no era lo mejor pero estaba hambriento. Dejé la mochila apoyada contra el árbol y me dispuse a atacar a mi presa. Lo conseguí fácilmente, pero justo cunado me disponía a cambiar a mi forma humana para hacer un fuego y cocinar al conejo, un fuerte disparo sonó por todo el bosque, eran cazadores y por el sonido del disparo supe que estaban cerca, seguí en mi forma de lobo, dejé al conejo y cogí mi mochila para irme de allí sin que me notaran. Pero parece que el día no estaba de mi parte ya que uno de ellos me vio y disparó hacia mi, yo solo pude correr hasta que empecé a escuchar muchos mas disparos y después un dolor punzante en mi pierna, pero eso no me permitió seguir corriendo.
Después de lo que parecieron horas corriendo me permití parar un momento para descansar y ver que era eso que dolía en mi pata. Me transformé a mi forma humana y me dí cuenta de que un bala me había alcanzado, decidí no sacarla ya que no tenia con que curar la herida, así que solamente amarré bastante fuerte mi camiseta en la zona de la herida, para después cambiar, ahora al ser un pequeño lobo la camiseta no apretaba casi nada. Decidí seguir con mi camino, hasta llegar a la manada de mis tíos, o simplemente encontrar alguna manada que me pudiera ayudar.
Llevaba un rato caminando por culpa de la herida ya que no la quería forzar para no perder más sangre, pero esta en un mal movimiento empezó a sangrar más, ahí tenia dos opciones, quedarme allí y morir desangrado, de hipotermia o de hambre, o correr y rezar por encontrar algún lugar. Así que empecé a correr.
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19 de Septiembre de 2013, Manada de Oslo, Noruega
Louis
Mi día fue como uno cualquiera, no fue hasta el mediodía, cuando mi lobo se alteró por algo que yo no sabia, solo tenia una necesidad por proteger algo que no sabia. Mi lobo estuvo inquieto toda la mañana hasta que se calmó un poco, pero ese instinto de protección hacia algo aún no se iba.
Por la tarde este volvió a aparecer solo que ahora era mucho mas fuerte, mi lobo me dijo que debía ir fuera y salvar-lo, pero salvar a quien era lo que me preguntaba, igualmente le hice caso a mi lobo, siempre lo hago. Envié guardias a vigilar fuera del perímetro de la manada para ver si encontraban algo.
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