El Cazarrecompensas (Tom Holland y tú) [En Edición]

Parte 9

|______ Hurley|

Entré como pude al auto y comencé a buscar por todos lados cualquier cosa.

—Sin número VIN, sin registro, nada — Tom también seguía buscando — Este tipo definitivamente era un profesional.

—Tengo una taza de Starbucks con el nombre de "Earl" — comenté.

—Tal vez nisiquiera sea su taza. ¿Es todo lo que tienes?

—Tengo más que tú.

—Yo tengo estos — sacó un bolso con palos de golf de la parte de atrás.

—¿Qué importa que juegue al golf?

—Verás, no creo que lo haga — se arrodilló para echarle un mejor vistazo — Estos palos apenas se han utilizado. Además, son para zurdo, el tipo que nos disparó era diestro. Sin mencionar el hecho de que todos los bolsillos están vacíos.

—¿Y qué? — salí del auto para acercarme a él.

—No hay golfista en el mundo que no tenga camisetas, lápices o pelotas, lo que sea.

Tomé una etiqueta que colgaba del bolso y la leí.

—Entonces, ¿por qué es miembro del club de campo Castell Hill?

—Esa es una buena pregunta.

—Por eso te la hice.

—Pues, esta vez si hiciste una buena pregunta — me miró, a lo que ambos sonreímos satisfechos al saber qué debíamos hacer después.

Volvimos a su auto y condujimos casi una hora más hasta encontrar el club de campo. Al llegar, inmediatamente nos bajamos y caminamos a la entrada.

—Muy bien, este es el plan — acomodé mi cabello — Estamos interesados en convertirnos en miembros del club y somos amigos de John.

—Bueno — él acomodó su chaqueta —¿John qué?

—Solo di John, ellos pensarán en el apellido.

—Inteligente.

—Gracias. Siempre funciona — comenté orgullosa — Ahora, tienes que pensar en una profesión.

—¿Por qué no puedo ser quién soy?

—¿Un detective? — lo miré — Estamos tratando de entrar en un club privado. La gente tiene sus propios negocios aquí. Apenas digas que eres policía los vas a alarmar. Y no queremos eso ¿o si?

No dijo nada, solo asintió dándome la razón.

Caminamos hacia adentro del club, uno muy lujoso a decir verdad. En la recepción, había una mujer rubia con un labial rojo intenso y una sonrisa gigante.

—Buenas tardes, mi nombre es Tom Holland y mi esposa, ________, — me tomó por la cintura y me pegó a él — Nos gustaría ser miembros del club. ¿Podríamos tener un recorrido?

—Lo siento mucho. El club está cerrado hoy por un evento privado para miembros.

Dicho eso se retiró de la recepción sin más.