Mikasa
Había pasado algunas semanas después de que Eren y yo empezamos a vivir juntos, todo parecía indicar que lo nuestro estaba por buen camino, y sin previo aviso nuestras interminables noches de pasión trajeron consigo una sorpresa que empezaba a crecer en mi vientre. Creo que estaba sabida que eso sucedería en cualquier momento, pues Eren y yo no nos habíamos cuidado en las ultimas ocasiones. Fui la primera en saberlo cuando mi falta de periodo se manifestó, luego de mareos y nauseas matutinas. Estaba asustada y debía confirmarlo primero, asi que recurrí al hospital donde con una prueba de sangre confirmaron todo. Estaba sorprendida y muy emocionada, ansiando contarle todo a Eren. En cuanto llegue a casa llame a mi madre para contarle, la cual parecía eufórica con la noticia pero feliz. Le llame a mis amigas para contarles y también reaccionaron de la misma forma que yo.
Entonces fue cuando planee una cena, para darle la noticia a Eren mas que nada. Le llame a su trabajo y le dije lo de la cena y accedió. La noche llego finalmente y yo ya tenia preparado todo. Eren llego a la casa en un traje marrón, algo que me sorprendió, pues en la mañana ni siquiera había notado que se había llevado ese traje. Parecía nervioso pero feliz, y decidí no tomarle importancia. Yo estaba vestida con un vestido blanco que llegaba a cubrir mis muslos con un escote en el pecho y la bufanda roja que Eren me había dado.
--Hace tiempo que no te la veía puesta. Te ves preciosa.-dijo el acercándose a mi para posar un beso en mi mejilla y otro en mis labios, a los que correspondí.
--Estaba guardada, pero quería hacer de esta noche algo especial, entonces debo usarla. Prepare todo esto para nosotros.-dije señalando la mesa que tenia encima dos platos y charolas con comida y una botella de vino.
--Si... especial... bueno, vamos a comer.-dijo el moviendo mi silla para que me sentara, muy caballerosamente. Luego se sentó en su silla.
Empezamos a comer luego de tantos cumplidos de parte de Eren a mi comida. Hablo de su trabajo y todo lo que había sucedido durante el resto del día. Acabamos de comer y un incomodo silencio llego.
--Necesito decirte algo.-dijimos los dos al mismo tiempo, quedándonos sorprendidos por la situación.
--Habla tu primero.-dije rápidamente.
--No, nada de eso. Dime lo que querías decirme.-dijo Eren seguido de mi.
--No enserio, dime tu, lo mío no es tan importante.-dije yo segura de mis palabras, obligándolo a hablar.
--Vale. Dame un minuto, necesito respirar un rato.-dijo el luego de ponerse de pie y caminar por la habitación.
Estaba confundida, quizás era mejor que yo hablara primero, pues Eren parecía aturdido y presionado. Hizo a un lado los sillones y lo vi poner una disco en el viejo tocadiscos que teníamos en una de las mesas cerca de la ventana. Se acerco a mi y me hizo ponerme de pie tomándome de la mano. Aun seguía confundida, caminamos al centro del cuarto y Eren puso la canción. Era suave y tranquila, el me rodeo con sus brazos mientras bailábamos de un lado a otro al ritmo de la canción. Me sorprendí de golpe cuando escuche que Eren había empezado a cantar, pero no podía verle la cara, ya que mi rostro se encontraba en el pecho de el.
--solo tu... puedes hacer que este mundo parezca bueno... solo tu... puedes hacer la oscuridad, brillante...solo tu y tu sola, puedes emocionarme como tu lo haces.... y llenar mi corazón con amor, solamente para ti... solo tu... puedes hacer este cambio en mi... porque es verdad, eres mi destino. Cuando sostienes mi mano, entiendo la magia que haces... tu eres mi eres mi sueño hecho realidad, la única y solo tu... solo tu... puedes hacer este cambio en mi... porque es verdad, eres mi destino... cuando sostienes mi mano, entiendo la magia que haces, eres mi sueño hecho realidad... la única y... solo tu.-canto Eren al ritmo de la canción. Su pulso estaba fuera de lugar, mostrando lo nervioso que estaba.
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Atracción a través de una ventana
FanfictionElla: Hace mucho tiempo que siento su mirada atraves de una ventana que esta enfrente a mi apartamento, lo observo...Me gusta. Es 4 años menor que yo, y no puedo evitar sentirme atraída por un mocoso. El: Crecimos juntos, pues nuestras madres eran a...