- XX -

694 89 10
                                    

Vigésimo Recuerdo

Sintió unas intensas ganas de devolver toda la fruta que el ahora Capitán de la LSPD le había ofrecido durante la tarde para aliviar el hambre en su estómago. Respiró profundamente para tranquilizarse, pero fue interrumpido por una vibración en su bolsillo alertándolo de una posible llamada. Aun con la mirada fija en aquel lugar por donde se había retirado el antiguo sheriff, descolgó su móvil.

— ¿Si? — contestó bajito.

— Привет Horacio — el acento marcado del ruso le sobresaltó — ¿Aún se encuentra en comisaria?

— 10...10-4 — tartamudeó nervioso.

— ¿Podría venir a mi despacho? — le escuchó carraspear — Es... hay algo de lo que me gustaría hablar con usted.


Tocó suavemente la puerta, captando la atención del comisario que se encontraba en su escritorio leyendo unos informes. Cuando sus miradas se entrelazaron, un escalofrío recorrió su cuerpo moreno, obligándolo a carraspear y desviar la vista cuando el ruso le había hecho una señal para que ingresara. Se colocó frente al escritorio inquieto, viendo los movimientos tranquilos del ruso. Iba a comenzar a hablar, pero Volkov colocando un sobre amarillo con unas grandes letras rojas adornándolo sobre el escritorio, le interrumpió.

— ¿Usted puede decirme que significa eso?

Tomó el sobre con cuidado abriéndolo y comprobando su interior, encontrándose con varios informes sobre una persona que desconocía completamente. Extrañado por el contenido de los documentos, volteó a ver al comisario que tenía su mirada sobre él.

— ¿Larry? ¿Quién es?

— No lo sé, usted dígamelo.

La actitud fría de Volkov le provocaba un dolor en su pecho, ¿Había pasado algo anoche? ¿Había arruinado toda la relación con Volkov? Se quiso golpear fuertemente por haberse emborrachado y no ser capaz de recordar nada.

— No, yo no le conozco — murmuró.

Escuchó a Volkov suspirar, pues mantenía su mirada bicolor en aquellos documentos entre sus manos, siendo solamente capaz de ver por su rabillo del ojo como el comisario restregaba su mano en su rostro para después respirar profundamente y levantarse de su sitio, alertándolo.

— Larry es, o era, un agente federal, como usted — comenzó —, fue hallado muerto el día de ayer con un disparo en la cabeza. Según los informes médicos falleció por la tarde, cuando la LSPD se encontraba en Federal.

— ¿Quién le asesinó? — preguntó confuso, pues no sabía a donde quería llegar el comisario.

— Chris Collins.

Abrió sus ojos sorprendido, retrocediendo unos pequeños pasos, sintiendo como el aire le faltaba, pero su corazón se encogió al ver los ojos del ruso sobre él.

— ¿Qué está pensando Volkov?

— Usted se lleva muy bien con Collins, ¿o me equivoco? — cuando vio al moreno asentir continuó — ¿Usted pondría la mano en el fuego por él?

— Collins no sería capaz de matar a un federal Volkov — espetó al ver a donde quería llevar esa conversación.

— Collins no tiene los antecedentes muy limpios Horacio.

— ¿Qué quieres decir? ¿Qué por no ser un policía ejemplar ya es capaz de matar a un federal?

— Horacio — llamó — Chris Collins no es tan santo como piensas que es.

〖 Don't say it again 〗- VOLKACIODonde viven las historias. Descúbrelo ahora