Bajo los focos ～ Wos [TERMINADA]

.19.

Luciana

Ese beso me había transportado a meses atrás cuando supimos estar juntos y felices, en este momento no lo estábamos, ninguna de las dos opciones, pero esa noche sentí que necesitaba besarlo, pero no quería dejar que se me fuera de las manos.

Aún estabamos en la habitación a oscuras, solo la luz de la luna iluminaba un poco - Podes dormir acá o podes irte - dije encogiendo mis hombros - No se lo que vos querés Luciana - dijo el como desesperado por una respuesta, supuse que el beso lo había descolocado - No quiero tener que hablar o pensar, solo quiero dormir - dije y me metí debajo de las sábanas de una de las camas tapandome - ¿Puedo dormir ahí contigo? - pregunto el casi que tímido a lo que asentí haciendo un lugar. Otra vez sentír su cuerpo junto al mío sin tocarlo, sin disfrutar de lo que me podía llegar a dar me digustaba y angustiaba.

Quería todo con el y a la vez no quería nada, estaba histérica o me cuidaba, no lo sé, pero deje que me abrazara cuando estuvo a mi lado, le di la espalda haciendo que su brazo pasara por encima de mi cuerpo y dejó un beso en mi hombro. Tomé su mano con la mía, podía sentir su respiración en mi nuca, hacia que me erizara, suspiré sin saber que sentir o que hacer, si quería que estuviera ahí, pero no sabía por cuánto tiempo, a veces no podía controlar mis impulsos.

Me quedé un par de minutos despierta pero el dejo de hablar o de moverse así que supuse que se había dormido, por lo cual intente dormirme, se sentía bien su abrazo, se sentía cálido y protector aunque no faltaba el momento de pensar como me había hecho sentir y no en el buen sentido, me terminé durmiendo profundamente aferrada a su mano.

Me desperté restregado mis ojos, la ventana estaba encima de mi cabeza y pude ver que seguía lloviendo, putee en mil idiomas, de nuevo, Valentín ya no estaba al lado mío así que supuse que estaba en la sala, se sentían voces. Me levanté, fui al baño y después a mi cuarto, Wawa tampoco estaba, fui la última en despertarme pensé, pasé a ponerme un short pero me quedé con la remera que tenía y fui a la sala donde estaban desayunando mientras me ataba el pelo - Buen día - dije con un bostezo y busqué un lugar para servirme una taza de café, todos respondieron igual - Pensé que iban a estar almorzando, es medio día ya - comenté mientras tomaba una tostada - Todos nos despertamos tarde, la noche nos pasó factura - dijo Tadeo divertido - Y encima sigue lloviendo - dijo Tobo frustrado - Capaz que es mejor que volvamos - comenté bajo la negativa de todos

-Alquilamos hasta mañana a la mañana, no podemos irnos - dijo Martin - Para mi tenemos que inventar algo - dijo Wawa - Que no involucre escabio - acotó Tadeo y todos nos reímos - El mejor remedio para la resaca es un buen café negro o seguir escabiando - comenté riendo. Terminamos de desayunar y optamos por ordenar un poco la casa que del día anterior había quedado bastante desordenada. Fui al patio para limpiar la mesa que tenía varios vasos y el cenicero lleno de puchos, Guadalupe salió atrás mio a ayudarme - Ayer no dormiste en el cuarto - dijo curiosa y expectante, yo me reí apenas - No, pero tampoco pasó nada si eso es lo que te preguntas - ella enarcó una ceja - Solo dormimos - comenté en un susurro - ¿Otra vez? - dijo ella como cansada - Bueno pero chapamos - dije hablando bajo - Al fin, por lo menos es un avance - dijo ella cómplice - Si, pero todavía me da un poco de miedo, no se - ella negó con la cabeza - Lu, es tiempo de que sueltes, o lo das todo o nada - dijo para luego perderse en el umbral de la puerta.

Tenía razón, tenía que dejarme de dar vueltas, era momento de dejar las cosas claras, o todo o nada, pero ni yo sabía que quería, si quería todo, pero tenía miedo de que ese todo fuera nada de nuevo. Terminé de limpiar y después que estuvo pronto nos sentamos a ver una peli en la sala, Valentín se sentó al lado mío en el sillón y le sonreí haciendo que pase su brazo por mis hombros, quedó algo sorprendido pero con gusto lo hizo y me abrazo a su cuerpo para quedarnos uno bien cerca del otro viendo la pelicula. Pasamos la hora y media de pelicula abrazados y jugando con nuestras manos sin decir nada solo disfrutando del momento como si fueramos dos adolescentes, así lo sentí yo.