Oscuro Amor - Finalizada

Capítulo 22

Han pasado dos días desde que despertó, el medico ya le dio el alta, mientras sus padres terminan el papeleo el comienza a guardar sus pertenencias en un pequeño bolso, se sorprende al ver la cantidad de cosas que tenía a su lado, sus compañeros dijeron presente de distintas formas, ya sea con tarjetas, flores o globos, esto lo reconforta, sabe que es apreciado y valorado por ellos, se imagina el interrogatorio al que lo someterán cuando atraviese la puerta del aula «no va a faltar el que me pregunte si vi algún túnel de luz».

Queda a la espera observando por la ventana - ¡Despierta Daiki! – se oye como un eco que lo deja pasmado «¿Qué fue eso?, debo estar loco»

Su madre entra a la habitación – vámonos hijo, tu padre nos espera abajo con el auto.

- ¡Por favor reacciona! – Mira incrédulo a su madre – ¿escuchaste eso?

- ¿Qué cosa, no escuche nada?

- No nada, se me hizo oír que alguien me llamaba «¿qué será lo que me pasa?»

- ¿Estas bien hijo?

- Si, no es nada locuras mías nomas, vamos que ya estoy cansado de estar acá y papá nos espera.

- Si vamos que seguro ya está molesto por esperar.

Ingresa un enfermero con una silla de ruedas – buenos días, los acompaño a la salida.

- ¿Para qué es la silla?, puedo caminar perfectamente.

- No se preocupe, es solo un protocolo.

- Esta bien, no es de mi agrado, pero bueno...

Salen de la habitación, van por el pasillo dirigiéndose al elevador, - ¡vamos Daiki reacciona! –

- ¿Lo oyeron? – mira a su madre.

- ¿Qué cosa hijo?

- Alguien me está llamando - ¡reacciona mi amor! – ven ahí está de nuevo.

- Me estas preocupando hijo, por favor cálmate.

- ¡Daiki mi amor reacciona! – Se levanta exaltado de la silla - ¡Por favor mi vida no me dejes! - ¿Qué está pasando? – comienza a sudar, su vista a nublarse, el miedo lo inunda

- ¿Qué te sucede hijo? – su madre lo palmea mientras el enfermero lo sujeta para que no caiga.

- ¡No me dejes mi amor! - ¿Quién me habla?, no oyen las voces – grita mientras sujeta su cabeza con fuerza – comienza a ver destellos de luz, sus palpitaciones están a mil – alguien me está llamando, ¿Qué me pasa? – siente un leve roce por su mano, como una caricia, no sabe por qué, pero esto lo reconforta un poco - ¿Quién eres? – la vista se le nubla e inevitablemente se desmaya.

- Daiki, mi amor reacciona por favor – se oye un sollozo desesperado – no me dejes mi vida.

Lentamente comienza a reaccionar y abre os ojos muy despacio, los siente muy pesados, la luz penetra sus parpados aclarando de a poco la imagen, es Takumi que le habla con el rostro cubierto de lágrimas, intenta hablarle, tiene la garganta muy seca y no le salen palabras.

- Si mi vida, gracias a Dios – Mira a Takashi por el espejo – Lo recuperamos, abrió los ojos.

- Que buena noticia, estamos pronto de llegar al monasterio, no dejes de hablarle.

- Hola mi amor, nos tenías muy preocupados.

Daiki no comprende mucho la situación, hace un momento estaba con su madre en el hospital y ahora en un vehículo hacia quien sabe dónde, solo reacciona al presionar la mano de Takumi para hacerle saber que está bien.