Licantrophes: La Manada Luna Llena

[9]

Narra Nathaniel

¡Maldita!- golpeó tan fuerte la mesa que casi la parte a la mitad.

Mamá tranquila- le dije ya un poco cansado de sus rabietas.

¡Cierra la boca Nathaniel!- dijo con la voz de lobo, me da miedo esa voz, es la única persona a la que le temo- Alira debería aprender a respetar a su hermana-

Odio cuando se pone así, se desquita conmigo, o con los omegas.

Señora- dijo la mucama, la cuál es una Omega, todos ellos son sirvientes.

¡¿Que?!-

Qu-que quiere pa-para comer- la mujer tartamudeaba a full, mamá solo la miró tan furiosa como para despedazarla.

Se ingeniosa Omega- dije de mala gana para que se vaya e invente algo y mi madre no la envíe a azotarla.

La sirvienta asintió y se fue rumbo a la cocina.

Debo buscar la forma de debilitarlos, no matarlos, debo buscar alguna debilidad, en Matt- dijo más razonable y tranquila, al menos es un avance.

Parece cínico, lo es, pero tiene razón, es la única forma de tomar el liderazgo... En ese momento se me ocurrió.

¡Aiden!-

¿Qué?- preguntó confundida.

El humano- respondí.

¿Qué humano? Se claro Nathaniel- dijo aún más confundida de lo que estaba.

Es su mate- sólo frunció más la frente en señal de que no entendía ni la mitad de lo que dije- ¿No entiendes?- recibí una negación- si se enamoran y todo eso podemos hacer desaparece al humano y el se pondrá muy triste-

***

Narra Aiden

Suspiré, era lo único que podía hacer, ya era de noche, pero no tenía sueño, el recuerdo de Matt me perseguía, no me dejaba dormir.

Suena la ventana.

¡Carajo!-

Me levanté rápido, tome lo primero que vi, un bolígrafo  ¡¿Cómo carajos me iba a defender con un bolígrafo?!

Respire profundo y...

¡Hola!- dijo el chico que estaba en mi ventana- ¿Para que es el bolígrafo?- preguntó divertido.

Para...- que vergüenza, mi  cara se torno roja- pensé que eras un ladrón o secuestrador-

Y ¿Por qué tocaría la ventana?- es un buen punto- ¿Me vas a dejar pasar?-

Lo dudé por un segundo.

No-

¿Qué?¿Por qué?- tenía el seño fruncido y con una expresión de confusión.

Porque es de noche y deberías estar en tu casa-

Bueno, me voy- dijo enojado haciendo pucheros- pero tu corres el riesgo de que me roben o maten-

Si claro, nadie se metería con alguien de ese tamaño.

Solté un suspiro, uno largo y fuerte, por lo que entró a mi cuarto.

Linda habitación- dijo girando para todos lados.

¿No era mejor tocar la puerta y preguntar si podías pasar?- pregunté sarcástico pero gracioso a la vez- No, tenías que aparecer por la ventana como un ladron-

Lo eres por que robaste mi corazón. Awww.

Quizás lo soy- susurró en mi oído, eso me hizo temblar y me puso los pelos de punta.

Tonto- dije y lo empuje a la cama, como en una película romántica en  la cual los novios van a hacer el amor toda la noche.

Tanto pensar y no me di cuenta de que me lo quede mirando fijo mordiendo mi labio inferior.

El se levantó quedando frente a frente conmigo, me hizo sentir pequeño, me acerqué a su cabeza, nuestras respiraciones se cruzaron, haciendo que no pueda distinguir mi respiración y la suya.

Quedé a centímetros de sus labios, no se si me estaba haciendo el difícil o me estaba resistiendo.

¿Que pasa?- dijo y trago saliva, estaba nervioso, casi no respiraba- ¿Me vas a besar?-

Claro que si, ya no había vuelta atrás, nuestros labios se unieron en un tierno beso, me sentí diferente, nervioso y mi corazón latía a full, pero a la vez sentí que el mundo paraba.

Suena la puerta.

Aiden- dijeron del otro lado de la puerta, era mamá.

¡Mamá!- dije separandome de él, le hice señas para que vaya debajo de la cama.

¿Puedo pasar?- preguntó mamá, tratando de abrir la puerta.

¡No!-

¿Por qué?- soltó una carcajada.

Es que...- que escusa meto- eh mm... estoy desnudo-

OK...- dijo con un tono de "no te creo nada"

Ya estoy abajo- susurró Matt.

De acuerdo- respondí igual de bajito- Ya puedes pasar mamá-

Se abrió la puerta.

Solo es una pregunta- dijo ella, yo asentí tranquilo- ¿Por qué Matt subió por el techo hasta tu ventana?-

Tragué saliva.