Capítulo 10:

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Sentía puntadas en mi cabeza y espalda, mis manos estaban llenas de agujas, sentía mi abdomen lastimado. Comencé a abrir poco mis ojos y una luz cegadora me recibió en un cuarto blanco. Estaba acostada, me moví y un dolor terrible recorrió mi columna, un gritó agudo salió de mis labios, ¿qué carajo pasa? Me levante poco a poco y vi mis piernas vendadas al igual que mis brazos.

¿No estaba acabada? Mierda, lágrimas empezaron a salir, otra decepción, otro intento fallido. Me paré, solo unos segundos aguanté y caí al suelo frío. No grité esta vez, tendría que escaparme sin hacer ruido, me levanté y fui al baño a vestirme, encontré mi ropa, mi buso lleno de sangre, mis pantalones y mis zapatillas, me vestí y salí; no me encontré con ningún médico así que fue salida fácil, o eso creía, vi estacionarse un auto a unos metros de distancia de mí, era uno rojo y de este veo que baja Andrew ¿Qué hacía acá? traía una rosa roja en su mano, estaba vestido con una chaqueta negra, unos pantalones del mismo color y unas zapatillas rojas, era como mi estilo para ir a la escuela. Con la poca fuerza que tenía corrí a esconderme, no dejaría que justo él me viera en este estado, solo me pregunto ¿qué hace acá?

Salí a la calle, todo era distinto, las calles estaban afaltadas, había postes de luz nuevos, no creo que hayan hecho todo esto en horas, yo estuve más tiempo dormida, solo espero seguir siendo jóven, una nunca sabe con qué se puede encontrar al salir a la calle. Caminé hacia mi apartamento y si no me equivocaba quedaba a unos tres kilómetros de acá, lejos, así que apreté el paso, la gente que pasaba me miraba raro, y no los juzgaría, ven a una pendeja como yo con la ropa llena de sangre seca y sucia caminando como si nada.

Ya había caminado como veinte cuadras y mi energía comenzó a disminuir, necesitaba agua tenía la boca seca. Paré frente a un local, entré y no había casi nadie, era un café-bar. La moza me vio y corrió hacia mi preguntándome cómo estaba y si estaba bien, yo solo le respondí "Sí.. Necesito algo de agua y seguir mi camino hacia casa" Ella asintió y me trajo una botella con agua, me miraba fijo y eso a mi no me agradaba, tomé el agua de un solo trago prácticamente. Mi cabeza estaba llena de cosas que no podía ordenar, agradecí y seguí mi camino.

Ya faltaba poco para llegar, perouna voz detrás mío me detuvo e hizo que me paralizara, la botella con el agua que quedaba cayó al suelo, lo tenía detrás mío, estaba esperando alguna respuesta de mi parte, él volvió a decirme "Debes mirarme ahora" Yo no hice caso y seguí caminando ignorando sus palabras no escuchaba nada, no tenía ganas de escucharlo, no ahora. Me siguió jodiendo y tuve que responderle.

-¿Qué quieres ahora? - Le dije sin voltear.

-Dije que me mires.

Me di vuelta y lo vi, estaba diferente, estaba lleno de tatuajes, un cigarro en su mano derecha y una botella de licor en la izquierda, ya no tenía la chaqueta fue ahí cuando noté todos sus tatuajes, sus brazos, su pelo estaba diferente, su rostro estaba pálido, como si no hubiera dormido hace días. Él no se movió ni un centímetro, quedó ahí mirándome fijo y yo lo miré a los ojos, cerré mis ojos y apartó la vista, se acercó a mi poco a poco, tiró el cigarro y la botella a un lado y... Me abrazó, mis brazos quedaron en su pecho, escuché un susurro que salió de su boca "No intentes dejarme jamás, porque voy a ir a buscarte donde quiera que estés" Sus palabras embriagaron el ambiente, su aliento a cigarro me perfumó, sentía que no podía dejarlo, no DEBÍA hacerlo, creo que... fue el único hombre que me abrazó y susurró esas palabras, Andrew es el único que puede hacerme sentir... Bien. Solo quiero que esto no sea una broma, no podría soportar eso.

¿Tu broma aún sigue siendo divertida?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora