2. Carcel de marfil

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•Song: Grace
Bebe Rexha

Elentari despertó debido al aire frio que entraba por la gran ventana, erizando cada parte de su pálido cuerpo, aquella ventana donde ella y Aleksander solían mirar las estrellas, giro buscando el calor del azabache pero solo encontró un lugar vacío en aquella cama, esa cama donde habían pasado tantas noches juntos, aquella cama que tenia el aroma impregnado de su amante, el ya se había ido, ahora el debía estar viajando hacia el campamento del primer ejercito, ella no conocía mas que el palacio donde vivía y el pequeño palacio donde todas las noches se escabullía para ir en busca de su amante, no solía salir del palacio, siempre le decían que era por su seguridad, pero quería conocer lo que pronto se convertiría en su pueblo, conocer su reino, las personas, sus costumbres y tal vez solo tal vez tener un amigo.

Esa es una de las muchas desventajas de ser princesa y futura reina, nunca la dejaban hacer nada sola, tenia quien hiciera las cosas por ella incluso alguien quien masticaba su comida, cosa que le parecía asquerosa , algunas veces solía imaginar como seria su vida si no fuera de la realeza, correr por el campo con el viento despeinando su cabello, salir descalza y sentir el suelo bajos sus pies, poder hacer las cosas mas simples que los demás suelen hacer por ella, solo quería ser libre.

Elentari solo conocía a Genya Safin una hermosa Grisha sastre con cabello largo y castaño rojizo, ojos color ámbar y piel de alabastro, ella la consideraba una amiga, no era como las demás personas que trabajaban en el palacio, era amable, honesta le podía contar todo sin ser juzgada, incluso sabia lo de ella y su romance con el General Kirigan.

La princesa entro de puntillas a su habitación, donde Genya la esperaba para arreglara, la verdad no hacia mucho la princesa tenia una belleza natural, su cabello dorado y ondulado, sus labios gruesos y rojizos, su piel blanca como la nieve y suave como pétalo de rosa.

-Buenos días princesa- dijo Genya con picardía y una ceja levantada. 

-Bue... buenos días Genya- hablo la princesa nerviosa

-Vaya, llego para ayudar a la princesa a estar lista para el día y lo que me encuentro es una cama vacía, al parecer alguien se perdió por el pequeño palacio ¿no es así?- Genya tenia una expresión divertida en su rostro.

-De que hablas, solo salí a caminar temprano por el jardín-.

-Claro y las marcas en tu cuello de seguro los mosquitos lo hicieron ¿no?

- Ya deja de jugar y ayúdame a borrarlos- dijo Elentari sonrojada y tratando de taparse con la bata de ceda que llevaba.

-Tienes suerte que haya llegado primero que el personal, sabes como son y no tardaran en crear rumores, tienes que tener cuidado- dijo con un una expresión mas seria.

-La próxima vez llegare mas temprano- concedió Elentari.

-Sabes a lo que refiero- Genya hablo esta vez con su rostro completamente serio y tomando una postura de autoridad.

-Genya el no va a lastimarme, confió en el-. esta vez la princesa hablo con fastidio en su voz, pues la pelirroja siempre le decía que tuviera cuidado con el General Kirigan, ella siempre le preguntaba el por que a lo que ella le contestaba siempre sobre el tema de la edad y que los dos no podían estar juntos. 

-Claro- Dijo Genya rodeando los ojos mientras eliminaba las marcas que Aleksander había dejado sobre la piel de la princesa. 

-¿Que fue eso?- pregunto la princesa, refiriéndose al gesto que su sastre realizo. 

-Nada solo prométeme que estarás bien-

Ahora la princesa se dirigía al gran comedor, donde sus padres la esperaban para desayunar, pensaba convencerlos que la dejaran asistir al campamento del primer ejército, no porque extrañara o quisiera estar siempre alado de Aleksander, ella se definía como una mujer independiente para el tiempo donde vivía, no le gustaba que hicieran las cosas que ella podía hacer y mucho menos que hablar por ella, ella tiene una voz y su propio pensamiento el cual seria escuchado cuando fuera reina, podía sobrevivir sin un hombre a su lado, incluso planeaba reinar sin tener que casarse con un príncipe que seguro sus padres escogerían para su beneficio y ella no amaría,  quería conocer su reino, si quiera una pequeña parte de el, con la excusa de conocer a los valientes soldados que arriesgaban sus vidas por ella y su reino, además que estaría completamente a salvo ya que el general kirigan se encontraba allí, sus padres no tenían porque no dejarla siempre le decían que el reino es mas importante.

-Por favor prometo que será solo un día, una visita corta, solo quiero asegurarme que todo este bien.- dijo Elentari.

-Para eso esta el General Kirigan, es su trabajo encargarse de nuestros soldados-  hablo el rey con voz autoritaria.

-Pero padre, no confías en el, siempre lo dices, si voy solo revisare que todo este en orden, que este haciendo bien su trabajo- dijo la princesa con la esperanza de que el rey diga que si.

-Bien que sea la ultima vez, no debes de salir es por tu seguridad, tenemos muchos enemigos- dijo el rey con la voz cansada.

Elentari se encontraba en el carruaje real, este era negro con dorado, los costados estaban cerrados por cristales gruesos y tiraba de el cuatro hermosos caballos negros, llevaba el escudo de su familia ubicado en una de las puertas, ella estaba tan emocionada parecía una infante observando todo a su alrededor, era la primera vez que salía de su enorme cárcel de marfil, después de varios minutos  y un largo viaje llegaron a su destino, no sabia como reaccionaria Aleksander con su visita, ella siempre le decía que salieran a cabalgar juntos y que le mostrara el reino, pero el siempre se negaba con la excusa que no podían verlos, un grisha y la princesa no seria bien visto por la corte real y le hizo creer la idea que no podían estar juntos que solo podían verse en la oscuridad.


(Nota de la autora):
¿Les gusto el capitulo?
¿Por qué creen que Genya le diga a la princesa que tenga cuidado?
Esta un poco aburrido pero era necesario para el próximo capitulo, la vida de la princesa cambiara drásticamente.

Que tengan lindo día. 🌔

Love in the darkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora