Capítulo 6

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Narra Colt:

Jueves 22 de septiembre a las 22:54.

Estaba en mi casa,  boxeando para desahogarme tras la muerte de mi pobre hermano Frozen, ya sé que es mi hermanastro, pero para mi es mi hermano. Le he querido siempre, desde que nuestros padres se conocieron, era la mejor persona del mundo. Siempre me ayudaba con todo, él era mi apoyo, mi mano derecha mi mejor amigo, y decidme que eso no era como un hermano.

Cristina..., asesina.

A cada golpe que daba, me enfurecía más con la asesina de mi pobre hermano Frozen, Cristina. Después de haberla cuidado..., haberla protegido..., haberla medicado y sanado cuando lo necesitó, y asesinó a Frozen a sangre fría, jamás pensé así de ella hasta que me llamo para regodearse. A pesar de mi testimonio, y de el poder social que podía legar a adquirir la familia Henderson, mi familia, cuando era estrictamente necesario, todavía no había conseguido que esa acosadora confirmase nada.

Di otro golpe aún más fuerte.


Decidí ir a ducharme, las gotas de sudor recorrían mi torso completamente desnudo y dejaba mi melena mojada y goteando haciéndola lucir desordenada. Abrí la puerta del baño, y no podía creer lo que encontré.


Él.


- No..., no es lo que parece _ el chico de la chaqueta de cuero que acompañaba a Cristina y a su amiguita la noche anterior estaba presente en mi baño, mojado, y lleno de mugre y otras cosas que podrías encontrar...


El alcantarillado.


- ¿Con que tú eres el amiguito de la asesina? _ acosé. Me vas a ayudar a poner mi plan en marcha _ cogí al tal chico por las muñecas y le tapé los labios para que no pudiese articular palabra alguna.


Fui con el chico agarrado al escritorio de mi padre, un hombre de negocios y cogí cinta aislante y una silla, le llevé a él y a todas las cosas que había cogido en el escritorio y me fui al gran armario de mi cuarto que nadie abría jamás, ni siquiera yo.

Al abrirlo, pretendía meterlo, pero di la luz, y lo que encontré fue distinto.


Un cadáver.

No le reconocía la cara, ya que estaba en estado de descomposición, pero esto me dio otra idea... Suponía que Cristina y su amiga estarían esperando al chico abajo, en el alcantarillado


Menuda acosadora.


Cogí el cadáver, y cogí un poco de zumo de tomate, ya que el cadáver estaba seco y no tenía sangre, tiré todo el contenido del bote de zumo de tomate, lo derrame en el retrete, un poco a mi pesar cogí el cadáver y lo descuarticé, de tal manera que también tiré algunas partes del cuerpo al retrete, tiré de la cadena, y mi plan pareció funcionar, dodo lo que tire al retrete se fue al alcantarillado, así pensarán que su querido amigo está muerto.


Para que veas lo que se siente.


Evidentemente, yo no estaba preparado para matar a alguien a sangre fría como hacía ella con los demás..., pero si que tuve el valor suficiente como para atar al chico a una silla con cinta aislante, taparle la boca y encerrarle en el armario.


- Te daré de comer antes y después de las clases, mientras tanto, piensa en el sufrimiento de tus amiguitas asesinas y acosadoras _ dije con tono burlón.

- ¡Hmmmmmm! _ intentó gritar, aunque no pudo conseguirlo del todo ya que la cinta aislante cubría su boca y sus labios.

- Ah, y como intentes escapar o huir, yo mismo te pegaré un tiro. _ dije arrogante y desafiante.


Colt, él no merece esto

Pero Frozen tampoco


Mi conciencia intentaba advertirme de que me estaba convirtiendo en un tío que descuartizaba cadáveres en descomposición, y fingía asesinatos cometiendo a la vez secuestros. Yo la acallaba, aunque sabía que yo no era un mal tipo del todo. 

Es todo su culpa

O la mía, por robar su bicicleta

¡Cállate, ha matado a mi hermano!

Pues si lo ha hecho , es tu culpa.


Pude que yo hubiese robado su bicicleta, pero eso no era motivo de muerte. Tenía tan interiorizado a mi pobre hermano que en paz descanse que cada vez que escuchaba la voz de mi cabeza, también conocida como conciencia escuchaba también la suya.


Me odio

La culpa es mía


No podía continuar viviendo así, debía interrogar a la asesina, controlarme, aunque tan solo fuese por mí, debo hablar con ella, ganarme su confianza, y así quizás confiese.


Pensaba que era buena, pero es muy mala.


He sido demasiado bueno con ella, pero a partir de ahora, se acabó la bondad real, la culpa no la tiene el chico, ni la chica que la acompañaba aquel día, sino ella.

Debo hacerle algo realmente malo.


...

Durante el resto de la noche, estuve viendo la televisión mientras reflexionaba en como podía hacerla daño, en como podría caer en mi tentación.


Espera.


Su humillación en el club Maquiavella, se pensó que la besaría.

Ya sé que hacer.

Sé que suena malvado, pero peor es lo que me hizo ella, a mí, a mi familia y a mi hermano Frozen

Toda la ciudad de Andross se iba a enterar de que Cristina Lesley era una asesina.

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Nota del autor:

Espero que estéis disfrutando del libro, Manuel no está muerto y por fin, Colt nos ha demostrado siendo él el narrador, que se va a vengar de Cristina.

¡Qué ganas de verlo!

Gracias por estar ahí.

Perdida en él | Primera Parte ❤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora