Un día, solo un día había pasado tras el destierro de Hvitserk. Clitie observaba como todos parecían tranquilos, como si nada hubiera pasado, como si unos hermanos no hubieran condenado a su propia sangre. La joven nodriza caminaba aprisa tras Ligia, cargando al pequeño Ragnar en sus brazos, cubriéndolo con su capa para protegerlo del gélido clima invernal que esa mañana azotaba kattegat. Debido a la negativa del pequeño a ser vestido llegaban tarde a la reunión que Björn había convocado junto al puerto. No tardaron en ver a Ubbe, de pie junto a Torvi y Kai, quien abrazaba a la armera de dorados cabellos, rodeándola con su capa, protegiéndola del frío y al pequeño que en ella crecía.
Ligia no prestaba mucha atención a las palabras de Björn, pues tras las noticias y sucesos pasados, podía imaginar cual era su discurso. Él no se rendiría ante Harald, su orgullo y su historia con aquel nuevo rey no le permitían agachar la cabeza, no sin luchar. No estaban en un discurso de un rey, sino en una arenga cuyo único propósito era conseguir el apoyo de su pueblo y aliados para la guerra que todos preveían, pero ninguno mencionaba, no en voz alta al menos. El silencio inundó kattegat, un silencio helador, solo roto por una voz que sorprendió a Ligia, o lo habría hecho de no haberla conocido como lo había hecho en los últimos días.
– Me avergonzáis. – Gunnhild sonaba firme, certera. Era igual de hábil con la palabra que con la espada. – El hijo de Ragnar Lodbrok está pidiéndoos vuestro apoyo. ¡Conocéis a Björn! ¡Conocéis sus logros! Está aquí, diciéndoos que tal vez los dioses ya no le favorezcan, pero yo no lo creo así, los dioses aman a Björn Piel de Hierro, ¡yo amo a Björn Piel de Hierro! Y vosotros, ¿amáis a Björn? Tenéis razones de sobra para ello. ¡Deberíais estar aclamándolo! ¿Acaso deseáis otro héroe? – Las antorchas se iban prendiendo a su alrededor, iluminándolo todo, al igual que las palabras habían avivado la esperanza y la fuerza en los presentes. – ¡Aquí está Björn Piel de Hierro! ¡Lucha por vosotros!
Y como era de esperar, sus palabras no tardaron en surtir efecto, los gritos de apoyo inundaron todo a su alrededor – ¡Salve rey Björn! – extendiéndose y avivándose más y más, relajando la tensión vivida minutos atrás.
El silencio reinaba en la mesa, la cena transcurría en silencio, pese a los numerosos asistentes, ninguno había expresado palabra alguna.
– ¿Tenéis ya decidido el día de vuestra boda? – Gunnhild fue la encargada, de nuevo, de romper el silencio.
– No creo que después de lo ocurrido debamos... – Torvi se detuvo al no saber cómo completar la frase.
– Con más razón entonces, eso alegraría los ánimos.
– Si tus dudas son entorno a mí, debes saber que nada me alegraría mas que verte feliz. – Björn mostró un intento de sonrisa mientras que le tendía la mano a Torvi para darle un cariñoso apretón como muestra de su apoyo. – Además, así podrás hablarme de vuestro pequeño secreto. – Comentó con un ligero movimiento de su mano señalando su vientre. – Estoy feliz por ti, por los dos, o quizá debería decir tres...
– Gracias por tus palabras. – Torvi hablaba tras una ligera risa. – Y sobre nuestro enlace, estaría encantada de celebrarlo, en cuanto Kai lo desee.
– Yo... He escuchado rumores sobre vuestras celebraciones, pero no las conozco...
– Yo te contaré todo lo que desees. – Ubbe respondió al instante con una sonrisa.
– Pues, decidido... En cuanto conozca vuestras tradiciones celebraremos nuestro enlace.
– En dos días estará listo. – Ubbe alzó la copa.
– Pues que sea en dos días, ¡qué corra la voz! – Björn alzó su copa a la par que su hermano. – ¡Todos estarán invitados!
Ligia caminaba por el poblado junto a Torvi, pues se suponía que los enamorados no podían verse el día antes de la boda, por lo cual, ella se quedaría en el poblado con Ligia, y Kai en Kattegat con Björn y Ubbe. Se acercaban a la playa, donde las armeras y guerreras, junto con las sirvientas disponían la decoración para la celebración. Algunas de las esclavas de Torvi colaboraban en el proceso, no sin lanzar miradas extrañas a las sirvientas de Ligia, miradas que no habían pasado desapercibidas para algunas de las guerreras allí presentes.
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The soul of the sea
Fanfic¿Y si los vikingos no hubieran estado solos en sus drakkars? Las aguas son profundas y ocultan secretos. Historia basada en la serie Vikings. Esta historia contiene personajes de la serie Vikings y personajes de mi propia invención. Aviso: Puede co...