Capítulo 13:

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    Ruth tenía más heridas en el alma, que en la piel

—Mi padre se llama Esteban y vive en Estados Unidos hace cinco años, se fue de aquí cuando yo tenía siete años y desde entonces mi madre se olvidó del mundo real y empezó a mirar el mundo del alcohol como escapatoria a todos sus problemas. Recuerdo esos tiempos de mi niñez como los mejores de mi vida, mi familia era tan perfecta o por lo menos eso aparentaba. Nuestra casa era grande y cerca quedaba el mar, todos los domingos mi padre se sentaba en nuestro balcón, me subía en sus piernas y juntos oíamos unas estupendas melodías de jazz, y mientras se tomaba una copa de vino tinto me contaba bonitas historias de cuando él y mami eran novios en su juventud y lo difícil que fue para él conquistarla —continuo sin detenerse.

A mami nunca le gustó tomar, ella solo tomaba una o dos cervezas en días festivos, pero luego que mi padre abandonó el país se aferró a la bebida como método de escapatoria, pienso que quizás fue porque nos quedamos completamente solas o porque ya su relación había muerto, realmente no lo sé, por lo menos a mí me demostraban que eran felices. Pero siempre he pensado que aunque fueran o mejor dicho parecieran la pareja perfecta, había algo más allá lo cual impulsó a mi padre a abandonarnos, vendiendo nuestra bella y lujosa casa. Ya luego de mi padre irse estuvimos un tiempo viviendo con abuela Rosa, en casa de abuela yo las ayudaba mucho, tuve que aprender a cocinar, lavar, en fin hacer todos los quehaceres de una casa cuando mami cayó en el hospital con cirrosis hepatica debido a tanto alcohol que consumía a diario. Al principio de la enfermedad le pusieron tratamiento y logró avanzar un poco y dejó de tomar por tres años. Se estaba convirtiendo en una mujer sana, era muy comprensiva conmigo y con abuela a nuestro lado vivíamos de maravilla. Pero un año después conoció a Toni, él cuál la undio más en el alcohol que tanto le había costado superar, mami tomaba por el dolor y la angustia de no tener a mi padre a su lado pero con Toni fue cayendo más en la desgracia. Y cuando nos mudamos para ese horrendo cuartucho mi madre comenzó a tomar más y ponerse agresiva conmigo también comenzó a imponerme que hiciera todo en esa casa, a veces ni me daba tiempo de estudiar ya que llegaba de la escuela y me ponía a hacerles la comida a los dos y a organizar la casa que es un completo desastre. Mi madre me golpea debido a que ya casi no es consciente de lo que hace, pero realmente Dash esos golpes no me duelen me duele ver cómo mi mamá se destruye cada vez más con ese hombre, yo tengo cicatrices en mi cuerpo debido a sus golpes, pero sé que ella las tiene en el alma debido a todo lo que ha pasado.

Ruth me dejó sin palabras, la situación a la que se estaba enfrentando era indiscutiblemente catastrófica, su padre no vivía en este país y con su madre la estaba pasando muy mal, de alguna forma tenía que ayudarla.

—Ruth lo lamento, lamento todo por lo que pasaste y actualmente estás pasando, es desagradable vivir con dos personas completamente alcohólicas y sin tener la más mínima ayuda, pero todo se resolverá, mi madre y yo te ayudaremos y ayudaremos a tu madre también —dije y mientras le secaba las lágrimas le di un abrazo brindándole todo mi apoyo.

—¿Y que pasó con tu abuela?. ¿Cuál fue su reacción al ver que tú mamá se fue contigo para casa de Toni? —pregunté dudosa.

—Mi abuela sufrió mucho en aquel tiempo,  y obviamente no quiso que mi mamá se fuera, pero ya mi madre había tomado la decisión y yo realmente con su enfermedad no podía dejarla sola, así que decidí irme con ella. Hasta ahora la enfermedad no ha vuelto, pero temo a que pueda volver, ya que toma todos los días y la única que la puede ayudar a salir de este bache soy yo.
Mi padre vino por una semana por eso te dije ayer que estaba súper contenta, este me ha mostrado un rayito de luz y de esperanza, por lo menos sé que existe alguien que todavía me quiere —le volvió a caer una lágrima al decir esto.

—Yo también te quiero Ruth he aprendido a quererte en este corto tiempo, aunque no creas me has ayudado mucho y para ti voy a estar aquí para lo que necesites, puedes estar segura. Por ahora puedes quedarte en mi casa, yo hablaré con mi mamá y la convensere y por lo de tu mamá tranquila también lo solucionaremos.

Otra cicatriz © Donde viven las historias. Descúbrelo ahora