HARRY Y LOU TERCERMUNDISTAS

Parte 17

Erick condujo unos 15 minutos. Llego a un restaurante con vista al mar. Subió a una terraza y se acerco a un par de hombres de traje. Sentía nervios, asco, estaba molesto de mil formas diferentes. Pero ahí se encontraba con la peor persona con la cual se pudo enredar. 

— ¿Dónde esta? — dijo Erick sentándose frente a los hombres. 

— En un momento viene, niño. — Contesto uno de los hombres. 

Después de 5 minutos, se acercaba una figura femenina. Alta, linda y con un vestido blanco y un sombrero café. Estaba fumando un cigarro y se sentó en medio de aquellos dos hombres. 

— Hola Erick. Gusto en verte amor. 

— ¿Cuándo me vas a dejar en paz?

— Cuando termines tu parte del trato. 

— ¡Pero ya lo hice Olivia!, no quiero involucrarme mas. 

— Lastima, debiste pensarlo mejor. 

— Ni siquiera me diste opciones, ¡maldita sea!

— ¿Entonces ya no quieres seguir?, ¿Por que?, dame una explicación decente y te dejare ir. 

— Ya no quiero seguir, tengo que ir con mi familia... Y-y — pensó un momento sus palabras — Mira, no se porque quieres hacerle daño a Louis, ¿Ya para que?. El me dijo que ya no esta enamorado de Harry... y tenemos algo, estos días lo he conocido mejor y es un buen chico, no le hace daño a nadie, no necesitas conocerlo mucho para caer rendido a él... — Olivia lo interrumpió. 

— Justo por esa razón el no debe existir. Todos se enamoran de él. ¿Sabes qué?. Estoy harta de Louis, Louis, Louis. Vas a traerlo en la siguiente ubicación y será todo. 

— ¡NO!. Si le haces daño te van a encontrar, voy a hablar. 

— Cariño, estamos en México. Con dinero y algunos contactos se puede decir que se suicido. 

— ¡¿QUE?!, OLIVIA ESTAS LOCA. Yo no te daré a Louis para que lo asesines. Yo no te hare caso y te voy a denunciar. 

— Si no lo haces, ¿Sabes quien sufre las consecuencias?. Nuestra hija Daysi. ¿Quieres verla muerta?

— Solo tiene 3 años, ¿Cómo eres capaz de hacerle daño a tu propia hija?.  ¡A nuestra hija!

Ella se levanto junto a sus hombres para retirarse. Ya no le había contestado la ultima pregunta y Erick se encontraba llorando en la mesa. No sabia que hacer, no quería darle a Louis pero tampoco quería que asesinaran a su hija. 

— Quiero a Louis en la tarde. Si intentan escapar, la niña se muere. Te iré a buscar y te matare junto con ese maricón. 

Ella finalmente se fue y él se tomo un tiempo para calmarse y después ir por Louis. 

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Louis caminaba por un malecón, se detenía a ver llaveritos, gorros y todo tipo de recuerdos. Tal vez compraría algunos.  

Aun no encontraba algo de comer, miraba los letreros y nada. Nada llamaba su atención hasta que lo miro. Sus ojos se iluminaron al punto de querer llorar, su corazón latía con fuerza. 

TORTAS DE CARNE ASADA. 

— ¿Enserio a las tortas le ponen carne asada? — pregunto Louis una vez que se acerco a aquel puesto de comida, casi dando saltos. 

— Si güerito, ¿Cuántas quiere?— pregunto el cocinero. 

— Una por lo pronto... 

— ¿Con todo?