003 | 칼

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Haneul se despertó abruptamente por culpa del ruido de un jarrón estrellándose contra la pared. Se dio la vuelta y quiso seguir durmiendo, sin éxito alguno ya que Hanseok gritaba como si fuese a morir.

—¡Puedes callarte de una vez, quiero dormir! —exclamó ella, enrollándose más todavía en la manta.

—¡Tú cierra la boca, que estás en mi casa! —gritó Hanseok.

—Qué pesadilla... —susurró ella tapando sus orejas con sus manos. Unos minutos más tarde, viendo que la discusión entre los dos hermanos no se apaciguaba, decidió levantarse del sofá, enrollada por su manta. Lo primero que vio fue a Hanseok con el traje más horroroso que había visto en su vida. —What the fuck is that shit? —Señaló su americana.

—Obviamente mi ropa, no puedes opinar ya que vas en pijama —contraatacó él.

—Buenos días, Hanseo, por cierto —comentó Haneul alegremente, él sacudió su mano, saludándola —. Bueno, a lo que iba. ¿Vas a ir a trabajar así? Entiendo que eres un abogaducho cualquiera pero ten un mínimo de gusto.

—¿Quién te ha dado voto en este entierro? —preguntó él, enfadado.

—¿Desde cuándo el difunto del entierro puede hablar? —respondió ella, divertida.

—Me voy ya a la conferencia de prensa, nos vemos. —Se despidió Hanseo, saliendo de la habitación.

—Ah, tengo que ir a comprarme ropa. ¿Has visto la nueva colección de Balenciaga? Está bastante bien, me lo compraré para el míting de la semana que viene —comentó ella, restándole importancia a la cara de aburrimiento de su acompañante. De repente, su teléfono sonó, miró la pantalla y Hanseok se dio cuenta de que su cara había cambiado totalmente, estaba enfadada —. Haneul, ¿diga?

—Las acciones han caído, un fármaco no ha cumplido con las expectativas de los clientes —habló su secretario.

—Voy ahora mismo, prepara una rueda de prensa a las once y media. —La mujer colgó, corrió a la sala de estar y agarró su bolso y zapatos del sofá.

—¿A dónde vas? —preguntó Hanseok.

—A hacer cosas de hot girlrespondió ella, a él se le escapó una carcajada.

—Me refiero a que a dónde vas con mi pijama. Es de la nueva colección de Céline, no puedes llevártelo así como así.

Too bad I'm already doing it.

—¡Pues entonces yo me quedo con tu vestido! —exclamó él, mientras Haneul salía de su casa —. That bitch...

La mujer llamó a su chófer, que llegó en apenas dos minutos pues ella le había pasado la dirección de la casa del presidente por si acaso se le ocurría matarla. Mejor prevenir que curar. Llegó a su casa y entró al baño corriendo, se metió en la bañera aunque solo se duchó para ahorrar tiempo.

Su teléfono comenzó a sonar, Haneul, envuelta en una toalla lo cogió, para su sorpresa, era su rival.

—¿Qué quieres? —preguntó ella, de mala manera.

—¿Has visto las noticias? ¡Las acciones de Babel han subido muchísimo! —comentó él entre risas.

—Eso es porque las de Anjan han caído, al final, solo eres la sombra de mi compañía, un poco triste, ¿verdad? —Sonrió.

—Ya sabes lo que toca, vístete de negro y no seas extravagante, que hay que disculparse. —Rio. Haneul lanzó su teléfono contra el suelo de su baño, rompiéndolo en pedazos.

I will kill that fuckin rat!

Salió enfadada y se dirigió a su vestidor, encontrándose con su gato por el camino.

—Gato Uno, no me des por culo hoy —dijo señalando al animal.

Entró al vestidor y agarró un vestido rojo de Givenchy, ni de broma daría unas disculpas corrientes. Lo simple era aburrido y ella no era aburrida.

Bajó de nuevo a la calle y se montó en el coche, agarró su IPad y comenzó a mirar las redes sociales. Era trending topic en Twitter, no por algo bueno.

—¿Tienes las fotos? —preguntó ella.

—Las suyas con Hanseo, ¿el presidente? ¿Las que hice con el dron? —habló el chófer.

—Sí.

—Ya se las he enviado al correo. —Haneul sonrió y subió a Twitter las imágenes, nada mejor que una cortina de humo para ocultar la situación. Le llegó una llamada al IPad, otra vez Hanseok. —Hello, hello. —Sonrió.

—¡Estás loca!

—Si yo caigo, tú caes conmigo. ¡Uy! ¡Mira cómo bajan tus acciones por estar implicado conmigo! —Rio.

—Te odio, te odio, te odio... —susurraba él.

—Suplícame para que haga unas disculpas decentes, venga, I'm waiting.

—¡¿Crees que me dejaré pisotear por ti?!

—Está bien, ya tengo un plan, aunque quizás salgas mal parado —comentó ella.

—Joder —murmuró él—. Venga, haz que esta sea la única buena acción de tu vida.

Beg me for mercy.

—Venga, Haneul... —Tosió, intentando aclarar su garganta, no creía lo que iba a hacer. Haneul encendió la grabadora del IPad. —Por favor.

—Qué mono... —susurró ella, colgando la llamada y dejando el dispositivo en el asiento de su lado.

Cuando llegó a la entrada del rascacielos, vio como ya había una palestra y decenas de periodistas rodeándola. Los flashes comenzaron a dispararse, aunque estaba acostumbrada a ser siempre el centro de atención.

Se subió a la palestra. Y miró a todos con cara de pocos amigos, no iba a ser amable.

—Buenos días a todos, soy Min Haneul, presidenta de Anjan. Lamento su descontento con el fármaco AE-67, su marketing ha sido erróneo pues ha sido descrito como un producto milagro, cosa que no es. Denunciaremos a la empresa a cargo de marketing por sus errores. —Se inclinó en señal de disculpa. —Referente a los nuevos rumores de si el presidente de Babel y yo estamos saliendo, debo desmentirlos, solo somos muy buenos amigos y me dejó quedarme en su casa.

Sonrió satisfecha de haberle cargado el muerto a otro y de haberle hecho pasar un mal trago a su rival.

—Por último, me gustaría comunicar que mi madre, la estrella Oh Chaeyoung, falleció hace dos días. Muchas gracias por su atención.

Con esa última noticia, dejó a todo el mundo en silencio, desconcertados y con una gran pena. Mientras tanto, su madre estaba en las Bahamas, tomándose un zumo de piña.

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silence | jang junwoo (hanseok)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora