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Romper a alguien...

Es demasiado fácil, no debería ser así, pero las personas se rompen por sí solas, son tan ciegas que no ven lo que realmente ocurre y otras simplemente se quitan la venda arrancando con ella todas las mentiras.

Descubren toda la verdad, ven gotear la sangre, sienten el calor del fuego y se encuentran en el medio de una demolición.

Prefiero quitarme la venda, aunque duela anhelo esa sangre, fuego y destrucción a que vivir en una mentira.

Había evitado a Ethan y a Flor durante toda la mañana, no sé cómo me sentía pero si sabía ir me dolía que Ethan no me hubiera contado.

¿Porque no había confiado en mí?

Habla — Okey esconderme en la biblioteca no había funcionado

Levante la vista viendo directamente a los ojos de la chica.

—No sé qué quieres decir — Flor halo la silla y se sentó frente mío.

—Claro, se supone que yo te evitaba no tú a mí — acomodó sus manos sobre la mesa alargada— ¿Que sucede?

—Los roles pueden cambiar — murmure.

—Sabemos perfectamente que te pasa algo— ¿Por qué no me había percatado de que él estaba a mis espaldas?

La silla de mi lado sonó percatándome que allí es donde se había sentado, lo inspeccione por unos segundos dándome cuenta que en su mirada había un brillo de preocupación.

—¿Por qué nunca me dijeron que ustedes fueron pareja?—La mirada de Ethan cambio a una de sorpresa.

En cambio Flor fijo sus ojos en Ethan, los ojos de la chica brillaban haciéndome dar cuenta de una cosa.

Ella aun lo amaba, todo había sido una puta mentira, yo  había sido la chica a la cual había usado para darle celos.

Lo peor de todo era que me dolía, me habían traicionado, usado y me había gustado.

Me gusto más de lo que hubiera querido y ahora me quería matar.

Supongo que si sabes eso debes saber cómo término— asentí mirando los ojos de Ethan— por esa razón no te lo conté, llámame cobarde o egoísta pero hay veces que hasta las cicatrices bien curadas vuelven a doler, esta historia es una de ella.

Aunque una parte de mi gritaba que no lo entendiera, que esa no era excusa, hice lo contrario, lo entendía yo tenía una cicatriz que también dolía aunque estaba curada.

—Debiste confiar en mí, yo nunca los juzgaría— apoye mi mano en el hombro de él y mire a Flor— es pasado.

Ethan abrazo mi brazo mientras apoyaba el rostro en mi cuello, Flor bajo la mirada.

—Igualmente no fue tan pasado— exclamó subiendo lentamente el rostro con una sonrisa triunfadora.

Cariño no me ganarás hoy.

Las cosas cambiaron — murmuré apretando la mandíbula.

—Es lo que tú crees— susurro, Ethan seguía con los ojos cerrados.

—Shhh

Mire con una sonrisa amable a la bibliotecaria en señal de disculpa.

Vieja de mierda

Flor la miró unos segundos y luego se levantó su pelo suelto haciendo una cola, tomó una gorra de su mochila y se la colocó, era el uniforme de Starbucks.

Mi vida a través de tus ojos  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora