𝐏 | Mi nombre es Ivy Parkinson y estoy enamorada del novio de mi hermana.
Apenas sabe que existo. Ni siquiera me ve.
Pero lo veo. Él es todo lo que veo. Él es el sol, la luna y las estrellas. Él es mi todo.
El es Draco Malfoy, el Príncipe de Slythe...
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"El objeto de mi afecto"
— Draco dice que este año están celebrando un Torneo de los Tres Magos en Hogwarts. – Pansy susurró en mi oído con alegría tan pronto como me senté en la mesa de Slytherin para el banquete de inicio de año. — Y va a haber un baile de navidad solo para los de cuarto año en adelante, y Draco me llevara y, a menos que te inviten a salir, lo cual dudo que lo hagan, no podrás ir en absoluto.
Miré a Draco, quien enarcó una ceja con aire de suficiencia, mientras una sonrisa de satisfacción se dibujaba en sus labios.
No me había sentado con ellos en el tren, así que era la primera vez que lo veía; el ahora ya no virgen Draco.
Ciertamente había un olor extra de arrogancia en él desde que comenzó a follar a mi hermana, eso era seguro.
Pansy me había contado con demasiados detalles lo que había sucedido
"Lo hicimos en su cama y duró un minuto con dieciséis segundos, lo sé porque conté. Dijo que durará más en el futuro, aunque cuando haya tenido más práctica. ¡Pero el lío Ivy, fue asqueroso! Por qué diablos la gente quiere hacer eso todo el tiempo, nunca lo sabré. Yo prefiero simplemente besar".
Estaba secretamente complacida de que no sonora como si ella lo hubiera disfrutado mucho. Significaba que era poco probable que lo volvieran a hacer.
Pero ahora, encontrarse cara a cara con él, todo lo que pude imaginar era él haciéndolo, y me encontré sonrojándome furiosamente.
— ¿Qué pasa con ella? – Lo escuché murmurar a Pansy.
— Es una cosa virgen. – Pansy rió cruelmente.
Sentí sus penetrantes ojos plateados sobre mi, lo sentí estudiándome. Estaba aterrorizada de mirar hacia arriba, aterrorizada de que la verdad estuviera escrita en mi rostro.
Odiaba sentirme así. Odiaba amarlo y soñaba constantemente con estar en sus brazos, escuchándolo decirme que yo era su mundo.
Odiaba que fuera a mí hermana a quien quería y no a mí.
[...]
De hecho iba a haber un Torneo de los Tres Magos.
Y para mi consternación, significaba que el Quidditch fue cancelado, lo que además significaba que no podía probarme para el lugar abierto de uno de los Beaters como había planeado hacer ese año.
Y no solo eso, tuvimos que compartir Hogwarts con otras dos escuelas visitantes durante el transcurso del Torneo.
Todo este asunto de los Tres Magos realmente no era mi taza de té. Solo quería jugar Quidditch y mirar el cabello de Draco.
Pero en cambio, me senté y vi como aún más drama rodeaba a Harry Potter.
— Tengo tanto miedo de que lo maten. – Sollozó Ginny en mis brazos mientras pasábamos el rato en el baño para tomar pociones dobles. Snape había estado particularmente de mal humor desde el anuncio de que Harry se convertiría en el cuarto campeón "inesperado" y por lo tanto Ginny y yo decidimos evitar el doble infierno.
Para ser honesta, no estaba tan preocupada; Harry Potter era claramente invencible. El resto de nosotros, los jugadores de bits, teníamos que temer por nuestras vidas.
Pero sabía que Ginny lo amaba y sabía cómo me sentiría si hubiera sido el nombre de Draco el que hubiera salido de esa copa.
Y la pobre Ginny se sintió desamparada cuando Harry no la invitó al baile de Navidad.
— Sigo plantándome cerca cada vez que habla de eso con Ron, pero no parece darse cuenta de mí. – Ella sollozó.
Pero al menos todavía le preguntaron; Neville Longbottom.
— A mí tampoco me preguntaron. – Luna suspiró con nostalgia. — Hubiera sido bueno si pudiéramos ir nosotros mismos, pero las reglas son reglas, supongo.
Salí a hurtadillas esa noche y me arrastré hasta las ventanas del Gran Comedor donde miré y mis ojos buscaron con anhelo el objeto de mi afecto.
Lo miré mientras reía y bailaba con mi hermana. Observé cómo la hacía girar elegantemente una y otra vez; la forma en que sus largos dedos blancos se curvaron protectoramente alrededor de su cintura; la forma en que sus labios se fruncieron de manera tan tentadora antes de presionarlos sobre los de ella. Lo miré a pesar de que me dolía el corazón porque era tan hermoso y no podía apartar los ojos de él.
Mis labios estaban azules y castañeteaban cuando finalmente volví a entrar.
Esa noche, mi mente estaba llena de él mientras me acostaba debajo de mis mantas. Pensé en sus ojos gris plateado y su cabello rubio blanquecino; Me lo imaginé acostado encima de mí y haciéndome las cosas que le hace a mi hermana.
Tuve que morder mi almohada para evitar gritar su nombre.
[...]
El Torneo fue bastante aburrido durante la mayor parte del año.
La segunda tarea se llevó a cabo bajo el lago; nada que ver allí.
La tercera tarea se llevó a cabo dentro de un laberinto; tampoco hay nada que ver allí.
Bueno, excepto por el impacto de ver a Harry arrastrando un cadáver.
