El Amor De Un Cobarde (Kookmin)

CAP. 12

🐰

Los golpes que me habían propinado en el cuerpo me hicieron sentir inestable.

Dolía como la mierda. Incluso estos provocaron que cayera de rodillas en la celda sin poder dar un paso.

Aquellos oficiales solo se burlaron de mi sin importarles nada. Pero yo no me había quedado con los brazos cruzados.

Ya de mañana, uno de ellos pasó frente a mi celda. Muy enojado golpeó en las rejas con su garrote en mano y gruñó fulminándome con sus ojos llenos de ira: "Mandaste a dos de mis amigos al hospital, ni creas que vas a salir ileso de aquí"

Sonreí para mis adentros. Su amenaza debió causar algo en mí pero no lo hizo. En realidad, no me importaba si me mataban a golpes. Ya nada me importaba. No me importaba si me quedaba aquí o si algún día tuviera la oportunidad de salir, igual, yo no iba a hacer nada. Aunque muchos de ellos me odiaban, algunos otros fueron amables en traerme el almuerzo. Lamentablemente no tenía apetito. Cualquier otro día hubiera comido cualquier mierda que me habrían dado, pero en este momento específico de mi vida no la deseaba.

Mi vida no tenía sentido si no estaba junto a Jimin; y si en algún momento se me cruzó por la cabeza tratar de arreglar las cosas con Liam y volver a Maya para continuar mintiendo y seguir engañándolos a todos, había sido la peor de las ideas. Había sido una total estupidez haber pensado en eso. Eso jamás iba a pasar. Lo único que quería era mantenerme sobre el mismo colchón sucio ansiando una única cosa, poder soñar con Jimin; y sentirme entre sus brazos como muchas veces lo había hecho.

Solo una vez más.

- ¡Jeon Jungkook!

Habían transcurrido cuatro días cuando el guardia había gritado mi nombre y luego se había acercado a la celda para abrirla - Puedes irte, pagaron tu fianza.

No iba a negar que estaba sorprendido por ello. Sin embargo al guardia no le importó verme algo perplejo, pues de un inesperado movimiento tomó mi cuello por debajo de la nuca y me empujó hasta la oficina contigua.

Para ser exactos me llevaba ante el comisario.

El guardia enfurecido me aventó contra el escritorio y sin más había dado la media vuelta para irse.

- Firme aquí - levantó la voz el comisario

Y sin mas lo hago. No sentía las ganas de agradecer por ello, pero igual lo hice: - Gracias

- No agradezca a nadie aquí. La persona que pagó su fianza debe tener mucho dinero - soltó irritado con el ceño fruncido - Recuerde que envió a dos de nosotros al hospital mientras que usted está ileso, y eso... es una falta grave.

Tuve sentimientos encontrados en ese momento, parecía que el comisario no había notado como me encontraba. Si quería que me quitara la camisa y le mostrara todo lo que me hicieron quizás podía dejarlo callado. La camisa que llevaba puesta estaba manchada de mi sangre, el pantalón lo tenía desgarrado al igual que el saco de mi traje. No había podido dormir durante los cuatro días aquí y seguramente cualquiera podía notarlo. Era imposible que no notara que estaba hecho mierda.

A pasos desganos avancé hasta la salida.

Como un total forastero llegué a la calle sin saber a donde ir ni que hacer. Pero luego vino a mi mente... ¿Quién había pagado la fianza?

Hecho un idiota negué, pues hubo un momento en el que había pensado que pudo haber sido Jimin, pero eso era imposible. Además en este momento... seguramente estaría disfrutando de estar con el idiota que me lo había robado, y era mas que seguro que desconocía mi situación. Por otro lado estaba Liam, el viejo en algún momento me había tenido consideraciones, quizás se había enterado de que estaba preso y todo le había parecido un mal entendido, y seguramente había venido por mi para sacarme de mi miseria pero, ¡de ninguna manera! definitivamente si su plan era volver con Maya, no lo haría. Claro que no.